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P. JOSE AGUSTIN MACKENZIE 157 la respetable cantidad de MEDIO MILLON DE SACOS DE S:AL por cosecha, vale decir, que se ha duplicado la producción. Las sales de Manaure se dedican para el servicio y sostenimiento de la planta de SODA CAUSTICA de Mamona!, en el Departamento de Bolívar, a sabiendas de que dicha Planta solamente consume la mitad de la sal de Manaure; luego urge abrirle mercados a la sal para conseguir divisas para Colombia. Sa– bido es de todos que la soda caústica sirve para la curtimbre de los .cueros y para infinidad de otros derivados y empresas. Cupo en suerte, al Banco de la· República, utilizar los servicios de dos in· genieros, cuyos nombres indicamos antes, y a quienes vamos a referirnos, y ellos fueron el Doctor ·Rafael De la Calle y Edgard Mondragón, periódicamente. El Dr. De la Calle se retiró o jubiló, y el Dr. Mondragón sigue su labor mara– villosa en el IFI. El Doctor Rafael De la Calle fue .un Jefe que se entregó de lleno a su deber; jamás escatimó trabajo, fatigas, abnegación, llegando a convertirse en el ídolo de sus compañeros de trabajo y subalternos. Cuanto se diga de· él, no llega a ser ni un pábido reflejo de su robusta personalidad e hidalguía. El Doctor Edgar Mondragón es el hombre tenaz, consciente, sacrificado, sereno, pero firme en ·su pensamiento y criterio, es decir, es todo un buen gobernante. Y, como a am· bos, al Dr. De la Calle ·y a Mondragón se Jes debe en gran parte los nuevos ad~lantos de las salinas de Manaure, queremos que, los honores •sean gentil y justamente compartidos entre ambos. Lógicamente, ellos fu:eros ayudados por innumerables ingenieros tanto nacionales como extranjeros, que también reciben en esta tercera ~dición de ASI ES LA GUAJIRA; la admiración de su autor. El área de las salinas de Manaure es de cuatro mil doscientas hectáreas, en las que están enclavadas siete charcas o divisiones; el mecanismo se hace por medio de bombas, más o menos así: Dos bombas chupan e introducen el agua del propio mar a las charcas; en cada charca hay otras dos bombas, que realizan la misma función de succión, hasta llegar a la salmuera y los cristales, de. tal manera que se produce un permanente movimiento del agua de cada charca, a través de canales técnicamente elaborados, de tal manera que el es– pect~dor ve correr ante sus ojos el agua, como si fueran acequias. De estas 7 charcas, 6 son explotadas mecánicamente, y una se reserva para la explotación de los indígenas, de tal suert.e que así los indígenas de Manaure, durante la ex– plotación, tienen trabajo diurno y nocturno, de donde derivan muy buen sala– rio, que, desafortunadamente, va a parar a las cantinas, o lo despilfarran en embriagueces de una u otra manera. Estamos en condiciones de afirmar que, si la cantidad de indígenas, recolectores de la sal, fuera ~bundantísima, la Ad– ministración de las Salinas les cedería a los indígenas otra charca, con el fin de •ayudarlos a ganarse la vida. Manaure, es, pues, durante el tiempo de la explo– tación de la sal, una fuente de ingresos para todos los indígenas de La Guajira, si lo desearan ellos. Tan técnicamente han sido elaboradas estas charcas y separadas las unas de las otras, que se transita por sus divisiones, en Jeep o en cualquier carro pequeño. La técnica, pues, de los ingenieros que actualmente trabajan con el JFI, contribuirá en no lejano día, a la urgencia de búsqueda de un comercio
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