BCCCAP00000000000000000001786

P. JOSE AGUSTIN MACKENZtE 151 su magnífica precisión en sus vuelos y horarios, repleta de técnicos extranjeros, rubios y rosados, etc., etc., todo dejaba ver el franco progreso que revoloteaba en torno a Riohacha; pero se esfumó toda esperanza al suspenderse las per– foraciones. La otra oportunidad fue cuando los campamentos de Pelechúa presagia– ban abundante petróleo, y la. desembocadura del río Enea engullía y engullía las pesadas maquinarias, rumbo al campamento; pero todo quedó en nada, en nada real, o, por lo menos, nada comercial para la campaña. Pero estos fracasos no sirven para hacernos cejar en nuestro optimismo, para desistir de la idea de que se avecinan para Ríohacha días de progreso; y ese desarrollo va a venirle, sin duda, por parte del mismo Gobierno Nacional, quien, apretando con mano drástica el contrabando, base de la vida de todos estos pueblos, ya está poniendo la obra constructora duradera, ya se puede adivinar de qué modo enrumba sus esfuerzos para levantar la ciudad que fue la cuna del gran Almirante Padilla, que no son .otros que la magnífica institu– ción llamada la Caja de Crédito Agrario. Y no precisa, para sus fines, que sea directamente en Riohacha en donde se ensayen los esfuerzos del Gobierno, basta .que se aprovechen sus inmediaciones, para que se vuelquen sobre Ria– hacha los beneficios proyectados. Porque si el Gobierno emplea grandes can– tidades de dinero en La Guajira, en pozos, en mejoras portuarias de Manaure, por un lado; y .estudia la inversión de tres millones de pesos en la elaboración de maderas de Dibulla, en el desmote, parcelaciones; edificación de casas ba– ratas y adjudicación de las mismas a los agricultores pobres de sus inmediacio– nes, y provoca la exportación de la madera eláborada al exterior del país; al mismo tiempo que inaugura una sucursal en el propio Riohacha, de la Caja de Crédito Agrario, como ya lo hizo, es indiscutible que esos sueños dorados del progreso para Riohacha serán un hecho en no lejano día. Respecto de los proyectos para La úuajfra y Dibulla, van las pruebas al canto; copiamos lo que el órgano oficial de la Caja Agraria estampó en sus páginas, que es como sigue: "El Gobierno Nacional, seriamente preocupado con este grav1s11no pro· blema y convencido de que su solución constituye no solamente una verdadera necesidad económica y aún humanitaria, sino también patriótica, resolvió desde fines del año pasado poner en ejecución, en colaboración con la Caja Agraria, un vasto plan de trabajos para dotar a La Guajira de cantidades apreciables de agua en todas las épocas del año y para incorporar a los sufridos habitan– tes de esas regiones en una forma práctica y definitiva a la vida económica del país. Al efecto, el 30 de noviembre de 1951, el Ministro de Agricultura, doc· tor Camilo Cabal Cabal, y el Gerente General de la Caja, doctor Guillermo Amaya Ramírez, firmaron un importante acuerdo en virtud del cual la Caja se encargará de adelantar en grande escala la perforación de. pozos en la pe– nínsula Guajira, haciendo en la primera etapa un mínimo de cincuenta, loca– lizados en las distii1tas zonas en que, de acuerdo con sus necesidades, población, formación, etc., se ha dividido la península· Por su parte, el Ministro de Agri– cultura adelantará la construcción de una serie de represas y de embalses cuyas características, especificaci<;:mes. y .localización, serán fijadas en el curso de pocos meses por una comisión de ingenieros que está desarrollando actualmente sus

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz