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148 ASI ES LA GUAJIRA CREACION DE UNA ESCUELA COMPLEMENTARIA DE ARTES Y OFICIOS, A DONDE DEBERIAN INGRESAR AUTOMATICA– MENTE TODOS LOS NI~OS QUE HUBIERAN TÉRMINADO SUS ESTUDIOS EN LOS INTERNADOS Así como todos seríamos unos fracasados si al salir de los estudios elemen– tales no se nos llevara a otras universidades superiores, asimismo la labor de los internados aparente es nula, por falta de un plantel de estudíos superiores. Esta deficiencia se subsanaría con la creación de una escuela complementaria de artes y oficios, bien montada, a la que fuera obligación concurrir todos los alumnos salidos de los internados por haber concluído el último año de estu– dios en el mismo. ·El Gobierno podría muy fácilmente conseguir, con la cola– boración de los misioneros, que automáticamente ingresaran a la Escuela Com– plementaria los alumnos de los internados, una vez terminado el último año lectivo que cursan en el plantel. Estamos plenamente convencidos de que una escuela de esta clase sería el éxito rotundo que el Gobierno conseguirá en favor de los guajiros. Más aún: si el Gobierno encuentra dificultades para hacer esta nueva crea– ción, dado que habría que pensarse en edificaciones. especiales, un tren de pro– fesores y todos aquellos gastos extraordinarios que demanda una escuela com– plementaria, entonces podría muy bien aprovechar los mismos edificios de los internados, la Rectoría del Superior del mismo internado, pero conseguir per– sonal idóneo y técnico, adscrito al internado, y crear tal escuela de artes y ofi– cios anexa al internado. Así las cosas, todo el nuevo profesorado de mecánica, albañilería, agricultura, tejidos, zapatería y demás artes, conseguido y nombra– do por el Gobierno Nacional, funcionaría en estrecha· camaradería con el Padre Director, y en el mismo local de la Misión. Cada niño que terminara sus estu– dios en el internado, sin grandes preocupaciones ni gastos, podría incorporarse inmediatamente a la escuela de artes, y allí coronar una carrer!\ determinada, abriéndole nuevos y definidos horizontes al joven y halagadoras esperanzas a la misma Guajira, cesando así los desocupados, e industrializándose esta pe– nínsula rápidamente. Caso de opinar el Gobierno mejor sobre la creación de esta escuela de artes y oficios en lugares diferentes de donde funcionan los internados, para que la red de cultura se diseminara más por todo el territorio guajiro, nos pa– recerían lugares muy a propósito, por un lado, Carraipía, por la parte de la agricultura, si bien teniendo en cuenta que el ensayo último, hecho allí, de una escuela parecida a nuestro intento, fracasó, no por las tierras (que lo son inme– jorables) sino por las razones que el mismo úobierno conoce. O también, Ma– naure, que sería ideal en cuanto a la mecánica, albañilería, zapatería, etc., por la facilidád de la comunicación marítima en todo el año. No abogamos por la descentralización, ni dejamos de reconocer que toda distribución equitativa del Erario nacional debe ser la norma de gobierno de un Congreso que legisla para toda la Patria, y de unos gobernantes que se preocupan de veras de todos los problemas que la Patria afronta. Pero sí nos parece, si no injusto, al menos digna de una mayor equidad, la manera de re– partir en el Presupuesto Nacional los fondos nacionales, pues en ocasiones lee– mos en los periódicos que se han dedicado por ejemplo, cien mil, un millón,