BCCCAP00000000000000000001786
P. JOSE AGUSTIN MACKENZIE 133 cia, con la frase consagrada: "AUGUR!". Elevada La Guajira a Departamento, nos hemos sentido profundamente satisfechos, porque de esta manera ya La Guajira, en su nueva modalidad, apa– recerá ante la faz de Colombia como lo que debe ser: Un Departamento, pro– misorio, por su mina de carbón, en Barrancas; las salinas de Manaure y muy pronto Bahíahonda, emporio de riquezas; el provecho que deriva el guajiro al vender la leche a CICOLAC,. que le da, ,un gran margen de garantías y segu– ridad; porque sabe el guajiro que CICOLAC es una empresa seria, cumplidora de sus compromisos, aún en los crudos inviernos; por las perspectivas del pe– tróleo, que abunda en esta península; porque ya cada población va tomando un auge de ciudad, sobre todo Maicao, meca de las grandes operaciones bursátiles; y por tantos motivos más que tenemos para presagiarle a La Guajira el auge que se merece. Otra de las grandes obras que Monseñor Livio Reginaldo Fischione está llevando a cabo, dentro de sus deberes pastorales, está en los Internados de Na– zareth, Arernasain y el situado entre los indígenas goguis, de la Sierra Nevada. Así, por ejemplo, el vetusto internado que, desde su fundación funcionó en Nazareth, hoy es una construcción perfecta: dotada de dos plantas, una para varones y la otra para señoritas, pero, a todo confort; no tiene nada que envidiarle Nazareth a los mejores internados de otras poblaciones del país, Y, en cuanto a apostolado, ya sabemos que, tanto los Padres como las Religiosas Terciarias Capuchinas, desarrollan en esa predilecta región dé la Macuira, un apostolado muy eficiente. Queremos consagrarles a las Religiosas Terciarias Ca– puchinas de la Sagrada Familia, que trabajan tanto en Nazareth, como en Are– masain, un aplauso, pero de esos que llegan al corazón y hacen mella, ya que estas Religiosas han sido tan abnegadas como los capuchinos, y a ellas se les debe en gran parte, los triunfos de los Misioneros, por su labor silenciosa, efi– ciente, sacrificada y para quienes, toda ponderación en su ayuda a los Misio– neros, no llega a decirle todo el mérito que ellas tienen. Dios sí que lo sabe, y quenes, como yo, las hemos visto en la dura brega, enseñando a amar a Co– lombia y a Dios, certificamos de la nobleza de sus corazonés; es una Congrega– ción colombiana que enarbola muy en alto no sólo el pabellón tricolor, si que también la bandera de la docilidad a la Iglesia de Jesucristo. El internado de Aremasain, en cuya construcción intervinieron los Muy Reverendos adres J esualdo de Bañeres y Gaspar de Orihuela, al pasar a la administración •de los capuchinos italianos, le han dado un verdadero vuelco ya que su modernismo en todo lo construido por ellos, sitúa el plantel entre los muy buenos de La Guajira. Ultimamente, como para engastar una perla más, a la corona de méritos de Monseñor Livio Reginaldo, y a sus dignísimos colaboradores capuchinos, Monseñor está construyendo un internado en el radio de Santa Rosa, San Fran– cisco y San Miguel, ubérrimas tierras, llenas de agua y tranquilidad, que irra– diará la luz del Evangelio no sólo a los caseríos antes dichos, pertenecientes a los Coguis, sino también a los dos Palominos: Alto y Bajo, que son regiones desapartadas totalmente de la civilización. Afortunadamente la carretera Pana– mericana hacia Santa Marta, desembotella un tanto esta región marginada, pero
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz