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P. JOSE AGUSTIN MACKENZIE 127 viejo, San Sebastián, San Antonio, San Fra?cisco, S~ta _Rosa, Palo~ino Y Sa:1 Miguel; en los Motilones: La Jagua, Becerril, Codazz1, ,s1carare, , !f atillo, Palm1- ra y El Jobo; en La Guajira: San A_ntonio, Aremasa1~, .El PaJa~o, Manaure, Guamachal, Auyama, Carrizal, Cardon, Tucuraca, Unbia, Carpmtero, Kutu– nasio, Joroy, Tatroa, Bahía-Honda, Cabo de la Vela, Puerto Es~~ella,, Santa Ana, San José, Nazaret, Puerto L?pez ~Tucacas), Cas!ille!es, ParaJ~maru,, I_Pa– pure, Maicao, Carraipía y Calabacito. Fmalmente el V1canato quedo canomca– mente erigido el 17 de enero de 1905". De los dos nombres presentados para ser elegidos, Muy Reverendo Padre Atanasia de Manises y Muy Reverendo Padre Luis de Masamagrell, resultó nombrado Primer Vicario Apostólico de La Guajira, Sierra Nevada y Motilo– nes el Muy Reverendo Padre Atanasia de Manises, a la sazón Custodio de la Misión, quien tomó el _nombre de Fray Atanasia Vicente Soler y Royo (que era el suyo de pila), el 31 de julio de 1905, pero sin carácter episcopal. El he– cho de estar enclavadas en el Vicariato muchas poblaciones· civilizadas impor– tantes, y lo dilatado de la extensión territorial del mismo, aconsejaron la nece– sidad de que el Vicario tuviera el título de Obispo, cosa que la Santa Sede no aprobó sino cuando el Gobierno Nacional aprobó por escrito la cesión que el Obispo de Santa Marta había hecho, de las Provincias de Padilla y Valledupar, al mencionado Vicariato. Así pues, la Santa Sede, por sus Letras Apostólicas, en forma de Breves, del 31 de diciembre de 1906, preconizó Obispo Titular de Citarizo al mencionado Vicario Apostólico. Una vez hecho el nombramiento en Monseñor Atanasia, la Orden Capu– china resolvió nombrar su representante en el· Vicariato, de tal manera que en lo eclesiástico contaran los religiosos con un Superior, el Vicario Apostólico, y, en los asuntos de la Orden, tuvieran también el suyo, como en efecto se hizo, pues el 29 de junio de 1908 fue elegido Custodio de la Misión el Muy Reve– rendo Padre Estanislao de Reus, quien llegó a Colombia en septiembre del mismo año. Quedaba, pues, el Custodio con un área de acción muy extensa, toda vez que la Custodia comprendía a Riohacha, Barranquilla, y Bogotá, con residencia en Riohacha; por lo cual, Monseñor Atanasia, con motivo de la "Visita ad limina", pasó a España y conferenció con los Superiores de la Pro– cincia de Valencia, y de dicha conferencia resultó la división, en noviembre de 1912, que proponía el Vicario Apostólico. "En consecuencia, la jurisdicción del Vicario, desde aquella fecha, se ex– tendería solamente a las regiones propias de la Misión -Guajira, Nevada y Motilones-, y la Custodia sería gobernada por un Superior Regular, debien– do desempeñar uno de los religiosos residentes en Bogotá el cargo de Procura– dor para los asuntos del Vicariato con el Gobierno Nacional. Estas disposicio– nes, que constituían las bases de un convenio, merecieron la aprobación de los Superiores de Roma, confirmando la mencionada separación del Vicariato de la Custodia, y disponiendo que los religiosos que fuesen al Vicariato quedaban sujetos a la Sagrada Congregación de "Propaganda Pide", gozando de muchos privilengos y gracias concedidos a los que evangelizan infieles, necesitando para ir a la Misión de La Guajira, como para salir de sus límites o regresar a la pro– pia Provincia, permiso de la mencionada Congregación, debiendo en todo lo demás observarse el "Statutum pro Missionibus"; y provisionalmente el Vicario Apostólico continuaría siendo superior Regular de los religiosos misioneros del Vicariato.