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cosa. (Se me ocurre que habría sido mucho más acertado proveernos de glucosa granulada o algo similar, en lugar de los dátiles y ciruelas pasas que traemos; por lo menos es inferior el bulto y el peso.) El agua nos sabe a champán: ¡Aaah... ! ¡Qué vida la del peregrino! -prorrumpe José Mari después del primer trago-; que os conste que éste es nuestro grito de guerra en circunstancias semejantes. Nos gusta la ocurrencia y la aceptamos por unanimidad. El lugar, que a José Mari le trae remembranzas del valle de Belagua, es poético y tranquilo e invita al reposo y a la contemplación. Acertado es– tuvo quien mandó fijar en la pared de la vecina ermita la siguiente ins– cripción: «Yo maestro Gonzalvo de Berceo nomnado, Iendo en romería caescí en un prado Verde e bien sencido de flores bien poblado) Lugar cobdiciadero para omne cansado.n (12) ¡Amigos, hay que seguir adelante ... ! ¡No podemos detenernos ... ! ¡Qué vida la del peregrino ... ! Precisamente rozando la ermita arranca un sendero, a la derecha; José Mari saca de la mochila unos mapas o algo parecido: << Es -aclara- una cartografía del Camino, preparada por uno que lo ha recorrido a pie más de veinte veces; todavía está sin editar a imprenta y, como gran favor, nos permitieron fotocopiarla Los Amigos del Camino, de Estella. Nos hemos hecho socios, ¿sabes?» ¡Eureka ! Esto es lo que veníamos echando en falta desde el primer día: una guía actual, detallada y completísima, para un peregrino del siglo XX que aspire a seguir la auténtica ruta medieval. Nos la comemos con los ojos y comprobamos que están señalados los diversos caminos y carreteras, con la indicación de pueblos y «pueblicos» que debemos atra– vesar, las distancias kilométricas ... Es un documento excepcional (13). Según sus indicaciones, el sendero en cuestión lleva a San Juan de Ortega (14) y de allí, por Agés, Atapuerca, Rubena y Gamonal, a Burgos; pero en atención a las recientes lluvias, que han podido anegar esta ruta en algún punto, preferimos continuar por la N-120. Hilvanando la conversación de ayer, José Mari y Xavier nos cuentan al alimón cómo se les ocurrió a varios amigos universitarios hacer esta andadura, sus entrenamientos durante el curso, su salida desde Pamplo– na el día 27 de junio (casualmente en idéntica fecha que nosotros), la buena acogida que siempre les han dispensado, excepto ayer: «Bueno, estábamos en Navarra ... »; la investidura de peregrinos cabe a la Virgen de Rocamador de Estella; la retirada por enfermedad del tercero de los compañeros (15) ... Sacan a colación el Codex Calixtinus (16) -que a los 32