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Diferentes aspectos se mezclaban, pero la idea fija era ganar el jubi– leo. El espíritu de aventura, como es lógico, no podía estar ausente. En un principio se formó un grupo con cinco compañeros, que pronto se reduciría a cuatro y, antes de partir, a tres. Los entrenamientos domingueros, .aparte de ponernos en forma, pre– tendían crear y conformar el espíritu de grupo, tan necesario en una aven– tura de éstas. Realmente fueron unas caminatas en las que el humor nunca faltó. Una vez finalizado el curso, la fecha de partida llegó pronto. La pre– paración estaba ya lista. Con nuestras mochilas llenas de cosas, que más tarde serían innecesarias, y una cierta mentalidad todavía idealista, íba– mos a comenzar el Camino ... 27 DE JUNIO: PAMPLONA - PUENTE LA REINA (23 KM.) En la iglesia de Santo Domingo, a las ocho y media de la mañana, nos encontramos Joaquín Iñarra, Francisco Javier Zubiaur, mis padres y yo. La misa en esta bonita iglesia iba a constituir el punto de partida. Mientras la ciudad preparaba sus fiestas, salíamos con nuestros mejo– res deseos de alcanzar las tierras gallegas. La vestimenta de Javier y de Joaquín (pantalones cortos), junto con el golpeteo de una sartén sobre mi mochila, comenzaban a llamar la atención. En Astráin, a once kilómetros de Pamplona, nos detenemos para al– morzar y cambiar impresiones ... He leído que en este pueblo hubo hasta finales del siglo pasado un hospital para peregrinos. Pasado el pequeño puerto del Perdón, llegamos a Puente la Reina, a cuya entrada, junto a un hostal, se encuentra el monumento al peregrino. Esto nos alegra, pues vamos entrando en ambiente ... Visita obligada a la iglesia del Crucifijo y a la de Santiago. Comemos en pleno campo, degustando el ajoarriero ... A las siete y media vienen a buscarnos para llevarnos a Mendigorria, a casa de unos tíos de Joaquín, donde somos tratados estupendamente. A la mañana siguiente nos devuelven a Puente la Reina, en el mismo punto donde nos cogieron ... 28 DE JUNIO: PUENTE LA REINA - ESTELLA (20 KM.) Comenzamos la caminata a las ocho y media y notamos un gran alivio en las espaldas, ya que en casa de los tíos de Joaquín hemos hecho una limpia de cosas y objetos y llevamos ahora sólo lo imprescindible.