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CAPITULO V LA REVOLUCION TECNICA Y EL URBANISMO EXIGEN LA COMUNIDAD CRISTIANA DE BASE Tal vez la respuesta y solución a este punto que planteamos aquí, la hayamos dado en el último punto y aparte anterior. Antonio Alonso se pregunta también, «por qué ahora y no hace cien años surgieron Comunidades Eclesiales de Base». Y se responde: «se entiende que la influencia decisiva de este factor pertenece más al orden de los condicionamientos prácticos e históricos que otra cosa» (35). Como se ve, coincidimos absolutamente. Estos condiciona– mientos técnicos y urbanísticos han hecho surgir una sociedad tan diametralmente opuesta como hemos visto, de tal contraste con los grupos pequeños primarios, sobre los que están cimen– tadas las Comunidades Eclesiales, que las patentizan y las con– trastan del modo más vivo. Sigue diciendo Alonso: «las formas de relación que ha traído consigo la revolución técnica, agran– dadas por el fenómeno del urbanismo , han hecho comprender que la misma realidad humana exige las comunidades naturales de base». Y sigue más: «conviene advertirlo por una razón impor– tante: podemos tener sobrados motivos teológicos para exigir que se fomente la vida de comunidad; pero solamente por razones teológicas no tendríamos argumentos válidos suficientes para (35) ALONSO, A., o. c., p. 75. - 87 -