BCCCAP00000000000000000001781

ferencia de poder del individuo humano al aparato técnico o burocrático, del trabajo vivo al trabajo muerto (...). En esta transferencia de poder se produce también una transferencia del sentimiento de responsabilidad: se exime al individuo de ser una persona autónoma, en el trabajo y en el tiempo libre, en sus necesidades y satisfacciones, en su pensamiento y en sus emo– ciones. Al mismo tiempo, sin embargo, esta exención no es una libe– ración del trabajo alienado: los individuos deben seguir gastando su energía física e intelectual en la lucha por la existencia, por la posición social, por mejorar, deben padecer, utilizar y aprove– char el aparato que les impone esta necesidad. La nueva hete– ronomía en el mundo del trabajo no se compensa con una nueva autonomía del mundo del trabajo: la alienación se intensifica cuando pasa a ser transparentemente irracional, y se convierte en improductiva cuando sostiene una productividad represiva. Y cuando la sociedad establecida entrega las mercancías que elevan el nivel de vida, la alienación llega a un punto en el cual la consciencia de la alienación es ampliamente reprimida» (20). Y acaba puntualizando Marce! Hicter, cómo en el trabajo hay que distinguir el «opus» y el «labor». El «labor» es la obra a realizar, con trabajo; es Jo penoso, Jo que cuesta. El «opus», es la obra realizada, sobre la que recae la satisfacción y el gozo. Trabajo viene de la palabra latina tr:paliare que significa «torturar con un tripalium» (instrumento compuesto por tres barrotes puntiagudos sobre los que se ataba a los recalcitrantes para hacerles conocer la alegría del trabajo y obligarles a tener (20) MARCUSE, H., «Ensayos sobre política y cultura», Edit. Ariel, (Bar– celona), 1969, ps. 52-53. - 73 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz