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Insiste a este propósito Useros: «Los cristianos no pueden aspirar hoy a crear un "mundo cristiano" al lado de otro mundo constituido por los hombres de diversas ideologías y represen– tantes de diversos valores, sino que han de insertarse en el pro– ceso de construcción del único "mundo de los hombres" a escala universal. El Vaticano II confiesa que "la Iglesia reconoce cuanto de bueno se halla en el actual dinamismo social; sobre todo la evolución hacia la unidad, el proceso de una sana socialización civil y econ.ómica... Aprecia con el mayor respeto cuanto de verdadero, de bueno y de justo se encuentra en las variadisimas instituciones fundadas ya. o que incesantemente se funda en la humanidad». Declara además que la Iglesia «quiere ayudar a fomentar tales instituciones, en lo que de ella dependa y pueda ~onciliar con su misión propia» (G. et S. 42). Asimismo la comu– nidad eclesial ha de estar dispuesta a servir a todos «bajo cual– quier régimen político» a condición de que se reconozcan «los derechos fundamentales de la persona y de la familia y los impe– rativos del bien común» (G. et S. 42) . Por el contrario, donde estos derechos no sean respetados, la comunidad cristiana, si quiere tener el «favor del pueblo», no podrá por menos de promover e inspirar el proceso de cambio de estructuras» (34). Las Comunidades Cristianas de Base que nos ocupan, toman muy en serio el problema de la encarnación en el mundo, aspi– rando a una vida comunitaria en la que cuentan más las opciones personales y en cuya dimensión participan todos, cada uno según su propio don y posibilidades. que esto es más profundo. Allá sólo hicimos limpiar la naturaleza de dioses extraños que no eran el auténtico, pero mágico; y decir qué es una cosa (lo sagrado) y otra (lo profano), sin independizarlos . absolutamente. (34) USEROS, M., o. c., ps. 180-181. -130-

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