BCCCAP00000000000000000001781
respuestas. La formación de las conciencias pide un diálogo de persona a persona. Las ceremonias y la administración de los sacramentos son símbolos visibles que requieren una limitación del número de los que participan, de modo que todos puedan ver y participar verdaderamente, y requieren también la presencia visible de los otros participantes, que simboliza el aspecto esen– cialmente social de la fe y de los sacramentos. Podríamos añadir que la formación de un sentimiento íntegro de pertenencia a la Iglesia ·Católica exige la reunión de los cre– yentes del vecindario en congregaciones lo suficientemente peque– ñas para ser percibidas, lo mismo que el conocimiento de la extensión universal de la Iglesia. Por tanto es esencial, dados los medios utilizados por la Iglesia, que ésta esté dividida en unidades más pequeñas» (20), salvadas siempre la libertad y opción de ir a tal o cual comunidad dentro de ese barrio, no coaccionados o limitados por una orden superior: tales calles forman una comunidad; tales otras, otra... pues una comunidad no se impone, sino que, como hemos visto, en lo que más hemos insistido al tratar de la formación de una comunidad, es que debe hacerse libremente (21). Con esto no queremos más que resaltar que la Comunidad auténtica Eclesial, exige ser pequeña, pues para sentirse miembro de una comunidad cualquiera, hay que tener psicológicamente conciencia de ser aceptado, acogido, deseado por ella. Este sen– timiento de aceptación juega un papel capital en la red de nues– tras solidaridades comunitarias. Y esto exige que la comunidad esa sea pequeña. Una pertenencia anónima es imposible en el seno de una comunidad. Dice Carrier: «no basta que el fiel se sienta agregado (20) CARRIER, PIN, o. c., p. 320. (21) Véase de la p. 104 a la 110. -112-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz