BCCCAP00000000000000000001781

en comunidad (...) es la forma perfecta de realizarse como cre– yente» (12). Será en ese grupo pequeño donde se tiene más intimidad y donde más se profundiza cada uno en sí mismo ante los otros. Sociológica y psicológicamente sobre todo, es prácticamente im– posible poder abrirse tan íntimamente en una aglomeración tan grande: no hay ambiente psicológico para ello; la masa anónima queda aún en la Iglesia; no se cumplen los requisitos funda– mentales para que uno pueda abrirse a los demás, ni con la más mínima confianza, y predomina el anonimato, la cerrazón y el neutralismo. Pero el motivo consciente o inconsciente de fondo, por el que se prefieren las Comunidades Cristianas de Base, es porque en ellas se desarrolla mejor la personalidad, se realiza y actúa más como hombre, que es a donde uno tiende por naturaleza de cualquier forma que sea, y no hay esa «jerarquía» anonadante que regula una masa, bien a nivel iglesia, asamblea, o bien del templo para afuera, la sociedad civil. Así que lo que Useros pone como requisito casi indispen– sable en el párrafo en que trata este tema, cuando dice que el cristiano «en el ámbito de la comunidad cristiana minoritaria encuentra mayores posibilidades para actualizar su responsa– bilidad personal y comprometerse con lo que realmente hace y no con lo que deciden y hacen los agentes directivos, y, en muchos casos, impersonales de las instituciones. En la comunidad los fieles encuentran un nivel de participación y de autodetermina– ción que no encuentran en otras organizaciones de la iglesia» (13), es para nosotros éste, el principal motivo da por qué han (12) USEROS, M., «Cristianos en comunidad» p. 61. (13) Ibídem, p. 65. -105-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz