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Desde sus primeras actuaciones pudo apreciarse que la alberca filtraba muy selectivamente. M. Echeveste calificó la primera aparición de los baztaneses «programa novedoso por los autores que lo integraban» y pocos años más tarde insistía, con su punta de malicia, «rara vez deja de presentar a sus huestes con un grupo de obras llenas de interés que, aunque no se las pueda llamar de público, obtienen el reconocimiento sincero por su desprendi– miento al renunciar a un éxito seguro» (D. de N., 10-VIII-52). Inaraja acusó la novedad, varias veces, en San Sebastián «Está completamente renovado este repertorio, al cual nos tenían casi obligados las masas corales» y en otra ocasión remachaba «conjunto de obras ambicioso en su composición, porque no de– bemos olvidar las tremendas dificultades de las obras de Poulenc, Debussy ... ». Y Joshe León calificaba el programa del Teatro Príncipe «tan rico en contenido musical y apenas conocido». En Pau se reconoció «el programa sin concesiones al efectismo fácil no tiene pérdida» (1953), y L.D. en Sud-Ouest (1956) siente un gran alivio por el programa que es «aderezo de obras admirables que nos relevan de los programas habituales, casi siempre los mismos». En 1978, el programa presentado en San Telmo mere– ció este elogio «Es difícil y comprometido el trazar un programa para un concierto de una masa coral sin que se caiga en la mono– tonía o en un exceso de obras. Y este privilegio de acertar con la composición de las obras lo ha tenido la Agrupación Coral». Fer– nando Pérez Ollo, subrayó «el programa era amplio, agotador, heteróclito, pero no disperso ni comodón. Los cantantes baztane– ses nos depararon una velada de canto coral como hacía tiempo no vivíamos en esta plaza». La estructura del coro ha obligado a prescindir de obras de grandes dimensiones; son excepción el Requiem de Fauré, la Pe– queña Misa Solemne de Rossini, el Officium de T.L. Victoria y la Misa de Requiem del P. Donostia. Habiendo nacido el coro a partir del núcleo parroquial, es lógico que conozca otras obras utilizadas en los servicios litúrgicos de Dubois, Refice, Eslava, Perossi, etc. El examen de los programas evidencia tres focos que polarizan la atención: Renacimiento, música moderna francesa y folklore vasco. Y en torno a estos tres núcleos se acogen diversas muestras, de otras escuelas y etapas. La calidad y significación de las obras son el criterio fundamental de selección, supuesta la viabilidad y adecuación a las características del coro. 45