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neidad y equilibrio en las voces, disciplina coral, dicción perfecta e interpretación del mejor estilo ... » y sigue comentando el pro– grama, la interpretación, el encanto de la voz de tenor de Eraso e incluso los uniformes, para terminar agradeciendo «las profundas emociones musicales que os debernos, con la esperanza de que volváis a nuestra ciudad». El concierto en la «Salle Saint Hélene» de Lyon mereció estas acotaciones encabezadas con el título de «extraordinaria revela– ción». «Agrupación Coral de Elizondo, tal es el nombre sin pre– tensiones de estos españoles a los que escucharnos y admirarnos . .. Su minucioso trabajo de cada día, bajo la dirección de un director muy capacitado, les ha permitido llegar a una técnica musical y vocal que los asimila a los mejores profesionales. ¿Hemos oído alguna vez a una orquesta vocal tan segura, precisa y, sobre todo, de tal flexibilidad? El arte de los matices sutiles es llevado a un punto tal que encantando a todos, encandila a los músicos». , La experiencia de Austria no fue menos afortunada. H. Gschwenter, en el Tiroler Tageszeitung (21-V-53) de Innsbruck dijo: «Desde el primer momento pudimos hacernos cargo de que el selecto coro español poseía a fondo la auténtica característica de las perfectas masas corales, es a saber, esa fusión de voces que debe constituir .un conjunto homogéneo hasta dar la ilusión de estar escuchando una sola voz. Esta condición de perfecto equili– brio vocal de los ejecutantes y la selección musical fueron de una perfección absoluta. Su director Juan Eraso, enérgico y tajante, de temperamento nato para el papel que le toca desempeñar, no ha menester de trucos para el acabado cumplimiento de su come– tido. El coro reacciona automáticamente a los más insignificantes movimientos del Director con la precisión de un instrumento, y los crescendos y dirninuendos se obtienen en cada caso sin la menor brusquedad. Un pianísirno imperceptible se cierne por el ámbito del salón, y de pronto vuelve a llenarlo un forte que parece resultado no ya de veinticinco voces sino del doble número y aún más elementos que compusieran el coro, que nos tiene pendientes de la maravillosa ejecución. Sea por la pureza de línea polifónica, o por la pastosidad de las voces, la Agrupación Coral de Elizondo ha satisfecho hasta el colmo las aspiraciones que los más exigentes pudieran tener, y acabó por convencernos en todos los aspectos». En el mismo periódico escribía Ernest Maister: «Juan Eraso 37