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ces de soprano, la disciplina coral y la excelente dicción del coro. d) De nuevo una canción bien presentada; tal vez se pudie– ran fusionar un poco más las solistas en esta obra. Mi más caluro– sa bienvenida». Kabi Magonna, secretario del Jurado, Profesor de la Universi– dad de Soweto, de raza negra, calificaba la actuación como «la más completa y excitante». En folklore, el desenfado y la soltura de los musulmanes nati– vos de El Cabo, Cape Malay Choir, cosecharon el 2.º premio, siendo el l.º para Los Paraguayos, con un punto sobre los sudafri– canos y dos sobre la Agrupación, 3.º. Y con la alegría del triunfo y de la amistad vivida entre tan diversas gentes, se puso fin a este colorista episodio. El 21 de octubre, el Baztán volvió a conmocionarse de entu– siasmo, clamor y regocijo, acompañando en ruidosa caravana a los cantores, para celebrar «el milagro de un pequeño gran pue– blo». «Hoberenak». Remate En la inminencia del cuarenta aniversario de la fundación del Coro, ha llegado a Madrid y Nuevo Baztán (hermandad y queren– cia) y a Barcelona (Centros regionales); en la Ciudad Condal homenajeó al P. Donostia cantando su Missa pro Defunctis en la Iglesia de Nueva Pompeya, residencia del autor durante diez años. En 1981, a los 25 años de la desaparición del músico, la Coral ha tomado parte en diversas conmemoraciones, especial– mente relevantes las de la Catedral del Buen Pastor de S.S. (28- VIII-81), Lecároz (27-IX-81), Pamplona (19-XI-82) y Estella (4- XII-82), además de la ya mencionada de Barcelona. Finalmente, grabó esta obra en la Iglesia de Lecároz, residencia habitual del P. Donostia, (órgano Cavaillé-Coll-Mutin; organista Claudia Zudai– re) para CDE. A esta grabación el Ministerio de Cultura concedió el premio 1982 por sus valores artísticos y culturales. Con estos compromisos llegó la Semana Santa del 82, contri– buyendo a los conciertos que el Ayuntamiento de Pamplona orga– niza en la Catedral; programa de música sacra, arriesgado y exi– gente, cuya valoración queda anotada en otro lugar de estas pági– nas. 31