BCCCAP00000000000000000001775
curiosidad y amor hacia los Pueblos Indígenas Venezolanos y mantu– vieron con devoción el sagrado fuego del indigenismo. Tal es el caso de Jesús María Goya en Anzoátegui, Alfredo Jhan en el Zulia y en otras regiones del Occidente de Venezuela, Tavera Acosta en el Sur y en el Oriente de Guayana, por allá también Samuel Darío Mal– donado y Abelardo Gorrochotegui, Tulio Pebres Cordero y Amílcar Fonseca en Los Andes, junto con Julio César Salas, Elías Toro por las selvas de Guayana, Pedro Manuel Arcaya por Coro, Arístides Rojas recogiendo materiales inéditos y recreando historias y anécdotas, y, sobresaliendo entre todos, Lisandro Alvarado, tanto aprovechando lec– turas .como con la investigación directa y motivando a otros. De los extranjeros me es grato citar los nombres de J. Chaffanjon, H. De Goeje, T. Koch-Grünberg, James Williams, T. de Booy, Cele– dón, Padres Esteban de Uterga y Camilo de Ibi, J. L. Bousignac ... y no más en este momento. Son bastantes más los que aparecerán en el estudio, que de estos filólogos e indófilos prepara el Centro de Len– guas Indígenas de la UCAB. Nos halaga pensar· que ese estudio puede resultar un notable pedestal para ese grupo de hombres, venezolanistas .en la vertiente indígena, que comienza con Fermín Toro, autor de un Vocabulario Guajiro, culmina con Lisandro Alvarado y termina qui– zás con Luis Oramas. Aunque tal vez sea más exacto decir y predecir que esta categoría de estudios se prolongará indefinidamente, ora por contacto directo con los que seguirán hablando sus maternas lenguas indígenas ora utilizando los estudios que otros hagan y aún tal vez ( lo que ya empieza a ser una realidad) lo que escribirán y nos dirán los mismos indios alfabetizados. Uno de esos hombtes estudiosos, cuyos nombres y no sus escritos, hemos proclamado aquf, escribió esta grave advertencia: "Confío que los Poderes Públicos saldrán a precaver que la conciencia universal pudiera enrostramos algún día, pidiéndonos severamente cuenta de los restos aborígenes, que el Regio Código de Indias dejó encarecidos a cada una de las emancipadas hijas de Colón". (J. M. Goya). De nuestra parte repetimos que en sus estudios, ya de recopilación ya de investigación y de divulgación, no vemos una simple curiosidad cien– tífica, sino también y principalmente una profunda y cordial preocu– pación por la supervivencia biológica y cultural de los Pueblos Indí– genas Venezolanos y que por eso los consideramos dignos de honor y de agradecimiento, que en este acto solemne ya les tributamos. Y en -41-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz