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diciendo que no hobiesen miedo, porque aquella gente que venía era buena y que no hacía mál a nadie". Unos indios farautes para otros indios. b) Planeando ya el regreso a España, se resolvi6 a "tomar algu– nas personas de las de aquel río para llevar a los Reyes por que apren– diesen nuestra lengua. . . y porque volviendo, sean lenguas de los cris– tianos y tomen nuestras costumbres y las cosas de la fe." - Que los indios aprendieran nuestra lengua. c) Habiéndose apoderado de seis mancebos con el objeto de lle– varlos a la península y de que allí aprendieran el castellano, capturó además seis mujeres y tres niños y se justificó diciendo: "Esto hice por– que mejor se comportan los hombres en España habiendo mujeres de su tierra que sin ellas. . . Así que, teniendo mujeres, tendrán ganas de negociar lo que se les encargare ... " y además porque "también estas mujeres mucho enseñarán a los nuestros sus lenguas". - Valerse de la amabilidad y locuacidad de las mujeres. d) Bartolomé de Las Casas, de quien son estas anotaciones, que yo simplemente he puesto en fila india, aún añade otra más: que el Almirante manifestó y dijo que "poco andaré entendiendo y cognos– ciendo y faré enseñar esta lengua a personas de mi casa." - Es decir, que los españoles aprendieran la lengua de los indios. Pienso que aquí están ya marcados los cuatro procedimientos, que desde aquellos primeros tiempos hasta nuestros mismos días son los humanos e ineludibles para la integración hispano-americana en el campo de las lenguas y en todos los otros campos de posible integra– ción: que los unos aprendamos la lengua de los otros, siguiendo la ley de los vasos comunicantes; que si interviene además el mestizaje bio– lógico, tal intercomunicación lingüística será más rápida, más profunda y más cordial. No en vano las lenguas nativas de cada cual se llaman lenguas maternas; y no sin razón alguien escribió que la mejor gra– mática de una lengua cualquiera era una novia de esa lengua. (Las Ca– sas, Hist., págs. 145 a '161). Continuando Colón sus viajes y su táctica de apresar indígenas, máxime cuando creía que eran caníbales, en una remesa que hizo a principios de 1494 bajo los cuidados del Contino Antonio Torres, es– cribió: "Diréis a Sus Altezas que a causa (de) que acá no hay lengua -13-

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