BCCCAP00000000000000000001773
Una vez más, la Venezuela Misionera, Revista Mensual Ilustrada, cuyo número 1 córresponde a los meses de enero-febrero de 1939 -la primer excursión misional a la Gran Sabana fue realizada en 1930- y está bajo la Dirección del PadreAntonio M. Madriadanos-fundador de la Revista-quien se desempefia en el cargo hasta el afio 1945, cuando es sustituido por Fray Cayetano de Carrocera, se convierte en un verdadero arsenal para quienes deseamos conocer la realidad indígena nacional a partir de la llegada, en este siglo, de los Capuchinos a las misiones, luego del Decreto del Gobierno Nacional de fecha 26 de octubre de 1921, cuando se reglamenta y se firma el convenio entre Capuchinos y Gobierno. El Editorial, titulado "En el Pórtico" expone los propósitos de la Revista: "Os contará la historia de las Antiguas Misiones; os hablará de los primeros misioneros civilizadores, de los fundadores de pueblos y parroquias, y también os dirá de las gestas que están llevando a cabo los sacerdotes católicos en las bocas del Orinoco y en la Gran Sabana". 1 No obstante, la lectura de Venezuela Misionera nos aportará, también, la visión de estos "héroes" sobre los habitantes de estas tierras, sus costumbres, tradiciones, creencias y "Monumentos litera– rios"; de allí que, en el caso específico de los textos que hemos elegido como testimonio para demostrar las "percepciones y actitudes" de los pemones ante el fenómeno de kanaima son el producto de la vivencialidad de los hombres que viven sobre un montículo (los pemón damá) que, paralelamente, crean un enek (coco, bicho, animal dafiino) a seres-espíritus-fabulosos -para nosotros, los teponkén; no para ellos- por cuanto que, conviven en ese extenso territorio de 35.000 km 2 que ellos han llamado Wet-tá: lugar o tierra de los cerros, opuesto a Remón-ó-tá: lugar de campos o sabanas planas. Así, una vez más, concebimos a la historia de la lengua como parte de la historia de la cultura, basados en que el valor antropológico de la palabra O ohann Gottfried Herder, Wilhelm von Humboldt, Karl Vossler) es la única vía para adentrarnos en el alma de un pueblo, porque la lengua es la expresión de un carácter étnico. De allí la necesidad de comprender, y también, realzar, el valor antropológico, etnológico, e incluso ponderativo de la imaginación pemón acerca de estos "seres maravillosos" como fuente-oral de la "literatura - pura" de Gallegos. Esta es nuestra intencionalidad al publicar los anexos a esta Nota Introductoria. Porque, el hecho de que Ekaremen{n haya fantaseado con un personaje que el mismo inventó, como lo es Melquíades Trapecio, a quien dedica seis entregas (Nos. 234 al 239 de Venezuela Misionera-, julio a diciembre de 1958) para aclarar que, Kanaima, es tin ser quimérico que, en el decir de Baltasar de Venezuela Misionera, N° 1, Caracas, enero-febrero de 1939, 3-5. (Este Editorial está firmado por La Redacción). 123
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz