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echar la culpa a Kanaima; pero ellos se dieron cuenta de la intentona, pues oyeron el fatídico y suave silbo de "soe, soe", contrasefia del Kanaima; y como prevención, no salieron de casa aquella noche. Viendo el grave e inminente peligro en que se encontraban de perder lavida, y paraverse más seguros se fueron para la casa del sefior Lucas Fernández Pefia, librándose así de una muerte segura. Otro indio llamadoJoaquín, que tenía los mismos malos antecedentes que el anterior, había tenido un fuerte altercado con otro indio de nombre Alberto, y trató de vengarse tomando la forma de Kanaima. Con ese objeto se despojó del vestido, se embadurnó bien con onoto y caruto y con esa figura extrafia se presentó en el conuco. Pero en esta ocasión de nada le sirvió la kanaimada, pues el compafiero, reconociéndolo de lejos y sin asustarse, le cayó a palos; de modo que yendo por lana, volvió trasquilado; y con las espaldas más rojas que el onoto, corrió a ocultar su triste fracaso. EKAREMEN1N (Continuará) (En: Venezuela Misionera, N° 237, Caracas, octubre de 1958, 306-308). LOS CRIMENES DE LA GRAN SABANA Y LOS KANAIMAS CORRESPONDENCIA EPISTOLAR DE TRAPECIO Y EKAREMENIN SOBRE ESTA MATERIA 11* lA RESPUESTA DE EKAREMENIN (Continuaci6n) Los mismos indios nos refieren un cuento muy significativo que viene aquí como anillo al dedo. Cuento interesante.- En cierto lugar, cuyo nombre no se da, vivían dos indígenas cada uno casado con la hermana del otro. En la noche oyeron el silbido del Kanaima que, según parecía, andaba rondando la casa con ánimo de coger a alguno. Unade las mujeres con todo sigilo se bajó del chinchorro y se puso a hilar algodón; de nuevo silbó el Kanaima ¡soé, soé!. La india abrió la puerta como para arrojar las semillas y vio a Kanaima escondido detrás de un árbol. Entonces hablando en alta voz para disimular la intención, dijo a su marido: -Aquí hay un ratón que me está comiendo las semillas, ven a flechado. El marido dio un salto del chinchorro, agarró el arco y se acercó a la mujer; ésta le dijo al oído: * Sic. Correspondería a la entrega V. 158
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