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Todos éstos y otros seres mitológicos han abandonado sus puestos para dar asiento a las nuevas creencias importadas por el cristianismo, verdadera luz y segura guía de los pueblos. Pero el Kanaima vive tan vivo en la presente generación como en las generaciones de hace trescientos afíos; pues no se observa cambio o mutación alguna en esta creencia de los indígenas. La aparente tranquilidad y beatitud en que parecen vivir los indios es amargada constantemente por la fatídica y sombría idea de los Kanaimas. EKAREMENIN (Continuará) (En: Venezuela Misionera, N° 235, Caracas, agosto de 1958, 231 y s.). NOTAS ExPLICATIVAS: Mawarl: "Seres fabulosos que, en el decir de los Pem6n, habitan en los cerros, cascadas y montañas, etc. Creen, también que determinados pájaros (que viven en los cerros, cuyos nidos no se encuentran) son mawaríes". (Diccionario Pemón, 123). El Padre Villarrín, "Mi tercera visita a Kamarata", N, mayo de 1945, apunta que: "Los mawaritones son unos espíritus que viven en los cerros, que causan alguna enfermedades y que son amigos de los piaches. Pero a estos espíritus hay que tratarlos con delicadeza y consideración pues fácilmente se ponen bravos" (135) y en el mes de agosto de 1950, en el artículo: "Relaciones interesantes de la Gran Sabana", (Continuación), explica uno de los tantos motivos que ocasiona la bravura de estos "habitantes" de Wek-tá: "Si cae un poco de ají en el agua, se embravece formando una terrible tempestad; si al pasar por el río o quebradas arrojas conchas de cambures, pifias u otras frutas en el agua, monta en cólera y empieza a disparar truenos, rayos y relámpagos" (223). El misionero aclara que no son, en ningún momento, los dioses (debemos aseverar, de una vez por todas, que los pemones no poseen esta concepción de divinidades en su cosmogonía) delas nubes, pero sí amigos de los waranapl: los rayos-truenos. La descripción física de los mawaritón, tanto de los machos como de las hembras, también nos la proporciona Ekaremenlrr, son: "de rostro rosado y cuerpo blanquísimo con cabello en forma de sombrero, como si fuera hecho de blanquísimo algodón". {"Relaciones interesantes de la Gran Sabana", (Conti– nuación), En: Venezuela Misionera, N° 144, 7). Existe, así mismo, la creencia de que, los habitantes de los cerros, han dejado escritos misteriosos en una enorme piedra, una especie de "libro escrito en piedra por los espíritus. Aquí de seguro 146

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