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en período en descomposición 0/. entrega de la "correspondencia epistolar" de Ekaremenln). La tradición oral, actual, de algún pemón que mantiene estas creencias, como es el caso de Abraham Flores, de Santa Elena deWairén, narra que, cuando nifio, él vio a un Awoineripuéy tuvieron que matar al animal, luego le sacaron el corazón al lobo y éste continuaba saltando fuera del cuerpo; por este motivo procedieron a quemarlo. La literatura pemón, también recrea a este ser de "ojos grandes y brillantes" ( Taurón Pantón, 196); es el caso del texto de donde sacamos la cita anterior: "Un indio que vio al Awoineripué" (194-197); así mismo, lo definen como un "bicho que viene de noche a la tumba de los muertos; él considera a los muertos como su bebida; y considera las sepulturas como recipientes del kachiri" ( Taurón Pantón, II, "Costumbres de losAwoineripué", Vers. 12, 36). Creen, igualmente, que: "Awoineripué es el mismo indio kanaima, que enloquece después de cometer sus crímenes" (lbid) y ve en la sangre de los difuntos su kachirl (bebida fermentada realizada en base a yuca amarga) y cuanto ésta ya se ha podrido, Awoineripuébaila y toca su pito diciendo: "¡Sein, titirirín; sein, tiririrín!". Para mayor información, v.t. la tercera entrega de la "correspondencia epistolar". EL KANAIMA SEGUN LOS MISIONEROS P. Eulogio Ma de Villarrín y P. Cesáreo de Armellada El que sepa leer entre líneas convendrá fácilmente con nosotros en estas ideas, que se dejan entrever en las mismas afirmaciones que los indios hacen, aunque incoherentes, como basadas en la imaginación: 1.- El Kanaima es una reminiscencia de las luchas más o menos remotas que estos indios sostuvieron con los de otras tribus, o tal vez guerras intestinas, y en las cuales frecuentemente usaron de emboscada, enmascaradas, etc. 2.- El Kanaima es un caso típico de la psicología del miedo y del histerismo, que hacen ver y oír lo que no existe y creen las propias mentiras y espantarse de las creaciones ficticias, como cierta clase de animales que se espantan de su propia sombra. 3.- Con frecuencia los verdaderos Kanaimas son los mismos indios, los más malos y avispados, quese valen del miedo que los otros tienen a este espantajo para vengarse, robar o matar; y luego dicen que fue Kanaima, y así quedan impunes e irresponsables delante de los demás. 138

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