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Los pichaukók han sido recreados literariamente en otros textos de los "monumentos" de estos indígenas, como es el caso del pantón 77: "Pichaukók dama pantoní: Un cuento de los pichaukók", (Cesáreo de Armellada, Taurón Pantón, II, 243-249) en el cual se narran las andanzas de dos hermanos: el mayor y el menor, quien usa un nairé(canaleteo remo, arma delos Kanaimatón), al igual que el énfasis, al hablar, propio de estos indios. En Pantón Pantón Neke-ré, (Cuentos y no cuentos), el Padre Armellada incluye el texto "El Pichaukók que se convirtió en tigre", en el cual Ernesto Pinto recrea, nuevamente, la historia "no era cuento, (...) era verdad, (que) los pichaukók vivían así, haciendo un hermano de enemigo de otro" (87 y s.). También reproduce el texto: "Relato de los pichaukók enWonkén", cuyo informante es Leandro Franco. La no ta explicativa aclara que los habitantes de la serranía del río Kukenán, los de Chirikayén, dijeron "que los pichaukók vivían más al sur y más al este" (Ibid., 81). En la revisión de la misma obra del Padre Armellada encontramos que, la Nota N° 2, del texto N° 31: "Ellos acabaron con unos kanaimas", Ema sén-sen Tuari expresa que: "habría un lugar llamado pichau y ellos serían los kok (koi o kotó) allí habitantes. Alguna vez me señalaron las cabeceras del río Kinó, afluente del río Surumú en el Brasil"(90). El Padre Eulogio de Villarrín, en la tercera entrega de su "correspondencia epistolar", incluida en este anexo, dice que el pichaukók es: "un indio venido de tierras lejanas y generalmente señalan el Brasil" y en la cuarta entrega identifica a los kanaimascon los habitantes de Kukenán: "el Kanaima, o lo que es lo mismo el Pichaukók" para, luego, narrar la guerra entre estos advenedizos y los hombres originarios de esta región, la cual parece que sucedió en el cerro de nombre Epuedén (sepulcro de huesos). En el artículo de Ekaremenin titulado "Los Kanaimas y la historia indígena de Venezuela", asevera el misionero que los Kanaimatón "pertenecen a una raza casi completamente extinguida llamada los Pichaukós". (sic). Kanaima: "Enemigo oculto al que atribuyen los pem6n todas las muertes./ A veces le atribuyen propiedades mágicas; pero en general hablan de él como de personas emboscadas, de tribus enemigas desde antiguo". (Diccionario Pemón, 88). Cuenta la tradición que "el primer Kanaima no tuvo madre, sino que fue un indio muy malo que vomitó en una tapara yde allí salió o salieron los primeros kanaimatón" (Lyll Barceló Sifontes, Pemontón Wanamarí, 31 ), otras versiones lo identifican con Chankón, cuyo apodo es Yeiyaré Wenin, o el que mata con un palo que habita en la montaña de nombre Kurume (trueno). Narra la leyenda que muere a manos de los indígenas protestantes del Roraima. (V. t. Eulogio de Villarrín, "Los crímenes de la Gran Sabana ylos Kanaima", I, la cuarta entrega 136
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