BCCCAP00000000000000000001773

recurso que meterse a morir en el chinchorro, si no hay algún ensalmador que venga a curarlo con soplos más fuertes que los del Kanaima. Y, por el contrario, si no hubiera Kanaimas los indios serían inmortales o poco menos, pues apenas hay una muerte que no atribuyan a Kanaima. Hasta aquí dijimos lo que piensan los indios; en otro número, D.m., verán los lectores lo que piensan los misioneros. Ahora, para terminar, permítasenos esta pregunta: ¿Será verdad, como algunos pretenden, que los indios con estas y otras ideas, íntimamente arraigadas en su ser, son más felices creyendo en los piaches y no en los Padres, en Kanaima y no en Jesucristo, viviendo en una religión de puro temor y no en el amor del Cristianismo? Nosotros no le arrendamos la ganancia al que tal diga; y nos parece que los que tal afirman conocen a los indios por fuera, como los estudiantes que conocen los libros por el lomo, o por el forro, como dicen otros. (En: Venezuela Misionera, N° 43, Caracas, agosto de 1942, 192-194). NOTAS EXPLICATNAS: Pichaukók "Pichau-kok": Nombre de una tribu indígena antigua, que dicen vivía en la región de Kukenán", (Diccionario Pemón, 156). La existencia de estos indígenas en la Gran Sabana está testimoniada en los versículos 2 y 3 del pantón "De nuestros abuelos y de los piaches", ( Taurón Pantón, Cuentos y leyendas de los indios pemón, 24-26). Para estos hombres su oralidad (su historia es "muy poco antigua y proviene de referencias familiares, abuelos", Ibid., 26) según lo testimonia Ernesto Pinto, resefia a los pichaukók como habitantes de Kukenán, "hacia el Roraima, en Wairén hacia Wonkén" (Ibid., 24), actual región de los taurepanes, (uno de los grupos que conforman a los pemontón) que peleaban mucho en tiempos antiguos (Penna daktat) con los kukuyikók, habitantes de Kamarata, Urimán, Kavanayén e Ikén, actual región de los Kamarakotos (otros de los grupos que, conjuntamente con los arekunas y taurepanes, constituyen los pemontón). También, en el versículo 1O del mismo pantón el informante, Ernesto Pinto, aclara: "Entonces los indios de aquí se llamaban Pichaukók y Arekuna; pero después los que vivían por el Roraima no quieren ser llamados así, sino sólo pemón y pemón damá". (lbid., 25). Similar explicación la encontramos en el versículo 7 del pantón "Noticia del comienzo de los pemones", incluido bajo el N° 16 de la otra obra del Padre Armellada, titulada, Pantón Pantón Neke-ré, 52). 135

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz