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PREAMBULO Desde el primer momento que la Iglesia de Jesús se vio planificada por el Espífitu Santo, el día de Pentecostés, tuvo conciencia del alcance de las palabras de Jesús, momentos antes de regresar al Padre: "Recibiréis la fuerza del .Espíritu Santo que sobre vosotros vendrá y seréis testigos mios en .Jerusalén y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra", Conscientes de su envío al mundo entero, como lo fue el Señor Jesús, los Apóstoles empezaron su apostolado universal en las comunidades palestinas primero; pero luego en las de los paganos. Pedro, forzado por el Espíritu Santo, abre la puerta de la Iglesia a los paganos y luego los Apóstoles se dirigen a todos los pueblos, obedientes al mandato del Señor. El libro de los Hechos de los Apóstoles es la primitiva historia de cómo la Iglesia quiso realizar desde el primer momento su más profunda. identidad: la evangelización de los pueblos. A lo largo de veinte siglos la Iglesia, fiel a su identidad, ha seguido esa evangelización a todos los pueblos de la tierra. Y entre las páginas más brillantes de su historia están ciertamente las que se han escrito para recordar esa evengelización secular a la que todos estamos llamados con el fin de continuar la incompleta "misión" de Señor Jcsus y de su Espíritu Santo. Que las primeras páginas de la "Historia de las Misiones" nos sirvan de modelo para nuestra evangelización siempre renovada con la fuerza del Espíritu Santo. Fr. Mariano Gutiérrcz Salazar, OFMCap. 3