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de mis bienes y si he defraudado a alguien en. atgo" ie res.tituyo .. ei cuqdruplo". XXXV . Recuerden todos que tenemos a nuestra disposicióh' una fuerza. máxima' que llaman de penetración . en cualquier grupo social por medio de la Tercera Orden y las Asociaciones relacionadas con .ella (por ej. la , de los Cordígeros, la Juventud Franciscana, los Ami– gos de San Francisco), si cumplimos las normas da– das, aunque indirectamente, por el Sllmo Pontífice• en estos últimos tiempos. Pongan, pues, todos el ma– yor empeño en fomentar y propagar la Tercera Orden y las Asociaciones relacionadas con ella, teniendo en cuenta los deseos y conclusiones del último Congre– so Internacional, sobre todo en lo que se refiere al aumento <le vida espiritual, a la admisión de jóvenes, a las obras que se deben promover y a la cooperación con otras asociaciones, especialmente con la Acción Católica. 1'. si pareciere a veces que los miembros de la Tercera Orden no ,son aptos para ejercer debi~ <lamente los cargos que se les deben confiar o que se les deben pedir, como aüxiliares ni,;estros en el. apostolado, no olvidemos. que. a nosotros nos toca el . prepararlos .Y capacitarlos para esto. XXXVI , Al atender a la .Tercera ürd.en y. sobre. todo al fo~ mentar las Asociaciones de jóvenes felacionadas ~on eila, puede ocurrir que ·.parezca.·.. º .. P.º. rtunó derogarlas– normas dadas por los Capítulos Generales acercá de la admisión. de los. seglares, ~Sp~clalfüente dé jóvenes y niños, en el convento. Púes' bien, para que en asun– to de tanta importancia :t\O Já.lte una norni.a segura, a la que los religiosos deben áten~rse, sepan. todos que no se ha anulado ninguna de rstas. ordenaciónes, las cuáles por tanto deben ~et observadas reUgiosa– mente y con •toda diiig~ncia, úo sea que del modo in-· cauto de portarse en este. asunfo se siga rhás dañ.o,• •
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