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es cosa nuestra la ciencia,. ni la teología, ni la J)Pe– dicación, ni la· misma santidad personal sino el· pa– decer por amor de Aquel que padeció tanto por amor de los hombres. Pues dice: .Sobre todos los ·dones del Espíritu Santo q1·e Cristo concede a sus amigos está el vencerse a sí mismo y el· sufrir oprobios con gus– to por amor de Cristo y por . la caridad de Dios; :ya que de los otros dones de Dios no podemos gloria1'nos, pues no son nuestros, sino d,e Dios... Pero en la cruz de la tribulación y aflicción podemos gloriarnos, porque es cosa-nuestra, y por eso dijo el Apóstol: En cuanto· a· mí, no quiera Dios que me glorie sino en la éruz .de Nuestro.Señor Jesucristo, por.quien.el mundo.está CTlY' cificado para mí y yo para el mundo. Y esto es lo que realmente nos causa .preocupa– ción, Hijos carísimos, no sea que arrastrados por los trabajos apostólicos y. distraídos con las obras ac– tuales, perdamos el espíritu dé nuestra vocación a fa penitencia y, con el pretexto de adaptarnos a los tiempos modernos, nos hagamos iguales a todos .los demás, como si tuviéramos puesta la esperanza cier– ta del éxito en las circunstancias l"Xternas o en las pobres razones humanas. Estamos persuadidos <;le que si este espíritu inte– rior está profundfimente arraigado en éada uno de nosotros, desaparecerán en seguida algunas cuestio– nes que, aunque . no •son de importancia capital, sin embargo suelen angustiar a Superiores y súbditos. Pues bajo la inundación vivificante de este espíritu algunos elementos de nuestra vida y tradición y for– ma exterior (como son la carencia de cosas necesa– rias para el apostolado moderno, la forma: exterior del hábito, el venerable y austero uso de la barba y otras cosas semejantes), que son tenidos por algu– nos como cos:,¡s solamente negativas y aun nocivas, porque los consideran separados de su· íntima razón de. ser (que acabamos de .esbozar), ya no nos pare~ cerán tales, porque .también, ellos contribi,lirán a ma– nifestar, conservar y fometit:,¡r. la eficacia del aposto– lado, a cuyo efecto fueron ordenados y a través de una gloriosa tradición consagrados; esto es, servirán 8

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