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17 P edro S ánchez C iruelo (1470-1548) teólogo y humanista del siglo XVI lengua y el cultivo elegante de la misma, sino que se proponía la promoción de un ideal de vida, donde las letras contribuían a la construcción de un hombre más virtuoso. En el contexto italiano, la figura por excelencia será Angelo Poliziano que no solo defenderá a los autores de la antigüedad posclásica y tardía, sino que tomará también en consideración, como ya hemos dicho, a autores cristia- nos. 34 Para Poliziano el oficio del grammaticus era fundamental, entendiendo que todo progreso que se diera en las ciencias requería de una vinculación con la gramática que, al mismo tiempo, decía referencia a un contexto bastante más amplio que el abordado por los studia humanitatis . 35 Precisamente por ello el mismo Poliziano se definirá como gramático antes que como filósofo, entendiendo que era ésta la disciplina que permitía entrar por los intrincados vericuetos de las diversas ciencias. 36 Si la lengua latina tenía como referente ese espacio definido, se podía cons- truir también una oportuna y adecuada sociedad, en la que tuviera lugar una confluencia entre religión y res pública , que sería la base de una auténtica redditio ad fontes . Esto suponía también el reconocimiento de una nueva ple- nitud del hombre, pues saber y conocimiento habían de ir acompañados de una vida recta y honesta que identificaba a ese hombre virtuoso. 37 Surgía, de alguna manera, un nuevo caballero. Y, a partir de ese hombre nuevo, se podía conseguir una sociedad y un mundo que superara la barbarie. Esto ayudaba a delinear un horizonte por medio de su lengua y con su lengua, de tal suerte que aquello que hasta aquel momento había funcionado de manera espontánea, se introducía en un proceso de normativización. 38 La gramática se basaba en la 34 Como es el caso del anticiceroniano Sidonio Apolinar, obispo de Arvernia, al que le tocó luchar contra los godos. 35 Aldo Scaglione, “The Humanist as Scholar and Politian’s Conception of the Grammaticus”, Stud- ies in the Renaissance 8 (1961): 61-62. 36 “Grammaticorum enim sunt hae partes, ut omne scriptorum genus, poetas, históricos, oratores, philosophos, médicos, iureconsultos excutiant atque enarrent. Nostra aetas, parum perita rerum veterum, nimis brevi gyro grammaticum sepsit; at apud antiquos olim tantum auctoritatis hic ordo habuit, ut censores essent et iudices scriptorum omnium soli grammatici, quos ob id etiam criticos vocabant, sic ut non versus modo (ita enim Quintilianus ait) censoria quadam virgula notare, sed libros etiam qui falso viderentur inscripti, tanquam subdititios, submovere familia permiserint sibi; quin auctores etiam quos vellent aut in ordinem redigerent, aut omnino eximerent numero”. Angelo Poliziano, Lamia , ed. por Christopher S. Celenza (Leiden-Boston: Brill, 2010), 244, n. 71. 37 José Antonio Maravall, “El pensamiento pre-renacimiento del siglo XV”, en Nebrija y la intro- ducción del Renacimiento en Salamanca , ed. por Víctor García de la Concha (Salamanca: Ediciones Universidad, 1983), 21. 38 Se pone particularmente de relieve cómo esa sensibilidad humanística no quedaba reducida ex- clusivamente a los ámbitos académico-universitarios que, muy al contrario, como había sucedido con el Marqués de Santillana y su contexto cortesano, se encontraría primero en estos ambientes, pasando después a los entornos académicos.

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