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13 P edro S ánchez C iruelo (1470-1548) teólogo y humanista del siglo XVI moverá alguna nueva edición de obras matemáticas, 17 conjuntamente con sus ensayos de teología y filosofía. Tanto por su saber polifacético, como por sus preocupaciones, más allá de la opinión tradicional, Pedro Ciruelo ha de ser visto como un humanista hispano de primera hora. En 1502 regresa a Castilla, estableciéndose por tres años en Sigüenza, donde se ordena de presbítero al tiempo que regenta una cátedra de filosofía, en el Colegio de San Antonio de Portaceli. 18 De allí pasa a Zaragoza, ense- ñando en el Estudio de Artes de la ciudad. En los años sucesivos debió volver a París, para reeditar algunas de las obras que allí había publicado. No hay duda que, para estos momentos, contaba ya con un nombre, lo que hace que su figura resulte particularmente atractiva para las universidades más sobre- salientes. Así, en 1508, la Universidad de Salamanca envía al Maestro Ortega a Zaragoza, para que se encuentre con Ciruelo y le ofrezca una cátedra de Nominales en la Facultad de Artes, algo que tenía cierta lógica pues en el estudio parisiense no hay duda que era la vía que gozaba de más aceptación de aquel momento. Con todo, como pone de manifiesto Villoslada, el nomina- lismo moderado promovido por John Mair y su escuela no era tan distante del tomismo parisiense, que será en el que luego se mueva nuestro autor. 19 Para este momento se había comprometido ya con Cisneros, por lo que se traslada a Alcalá siendo, en 1510, nombrado regente de Teología de Santo Tomás y Colegial de San Ildefonso, 20 por mandato del Cardenal. Unos diez años más tarde, el 2 de noviembre de 1519 es nombrado canónigo magistral ocupando una de las prebendas, 21 lo que compagina con sus tareas docentes y su entrega al estudio. Asensio, El erasmismo y las corrientes espirituales afines. Conversos, franciscanos, italianizantes con algunas adiciones y notas del autor (Salamanca: Semyr, 2000), 68. 17 Cursus quator mathematicarum artium liberalium quos recollegit, atque correxit Magister Pe- trus Ciruelus, Darocensis Theologus simul et Philosophus (Compluti: Arnaldus Guillen de Broca- rius, 1516). Reimpresa en 1526, 1528, 1548 y 1577. Esta obra, por otra parte, tendría también cierto interés para el apostolado, puesto que el quadrivium medieval comprendía también la música, algo profundamente importante para la adecuada transmisión de la fe. Con todo, no deja de referir un tono humanista, que va más allá de la ciencia filosófica, puesto que sigue los Elementa musicalia de Lefè- vre d’Etaples. Navarro Brotons, “Sánchez Ciruelo…”, 672. Por otra parte, Villoslada hace notar que Ciruelo ya era competente en dicha ciencia, previamente a relacionarse com el humanista francés. García Villoslada, La Universidad de París... , 229. 18 Jorge Manuel Ayala Martínez, “El maestro darocense Pedro Sánchez Ciruelo”, Aragón en la Edad Media 10-11 (1993): 87-88. 19 García Villoslada, La Universidad de París… , 266. 20 Su nombramiento como colegial tiene lugar el 17 de junio de ese año. 21 Julián Fernández Díaz, Noticia histórica de la Santa Iglesia Magistral de Alcalá de Henares (Alcalá de Henares: Imprenta Corral, 1929): 32. Por su parte, Gómez García, espigando en las visitas, nos da el dato de que fue abad de la colegiata, nombrado directamente por Cisneros, entre 1509-1535. Gonzalo Gómez García, “Los caminos del Humanismo en la Universidad de Alcalá (1517-1545)”, (Tesis doctoral, Universidad de Alcalá, 2017): 59.

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