BCCCAP00000000000000000001768
41 P edro S ánchez C iruelo (1470-1548) teólogo y humanista del siglo XVI –que considera como la más perfecta–pues se ajusta atentamente a la letra. Esta versión estaría ya tomada de sus trabajos previos. La segunda columna contiene la versión aramea, que él considera también de gran autoridad, por ser la utilizada por los judíos hispanos. La tercera y cuarta columnas contienen, respectivamente, la versión de los Setenta y la traducción de san Jerónimo. No hay duda que un texto filológico de este calibre permitía un control y exactitud en los términos y conceptos utilizados que, como hemos dicho, se hacía acce- sible no solo a los gramáticos, sino también a los filósofos y teólogos. Estas traslaciones se completarán en los manuscritos Ms. 589 y Ms. 590, en cuanto a la traducción latina y, también, en relación a las anotaciones marginales. A este respecto, las palabras de Alfonso de Zamora, en el colofón de sus Introductio- nes artis grammaticae hebraicae , resultan especialmente elocuentes: Pues todos [claustro de profesores] me conocen y me han urgido y ani- mado a escribirla; el que más de todos el maestro y gran sabio, Pedro Ciruelo, quien me ha ayudado con todas sus fuerzas y entusiasmo a terminarla. 130 Se trata de captar en toda su profundidad el contenido y la intencionalidad del texto. Es importante hacer notar que no pretende realizar una traducción completa de todo el Antiguo Testamento, sino de aquellos libros en los que se encontraban los fundamentos de la fe católica, puesto que la función principal de las Escrituras era el crecimiento de la fe 131 y, a un mismo tiempo, la impug- nación de los judíos. Por lo mismo, a su proyecto faltaría la traducción de los profetas Jeremías , Ezequiel , además de Salmos , Proverbios y el Qohelet o, en su defecto, no han llegado hasta nosotros. Así, gracias a la estrecha colaboración entre Alfonso de Zamora y Pedro Ciruelo contamos con la traducción interlineal latina, del texto hebreo de gran parte del Antiguo Testamento, pues en ningún momento pretenden hacer una nueva traducción del mismo. Alfonso de Zamora será el autor de todos los textos hebreos de los manuscritos conservados, así como de las anotaciones gramaticales y exegéticas. Por su parte, Pedro Ciruelo lo es del prefacio latino que precede al texto hebreo del Pentateuco y a la traducción latina literal. 132 En otras ocasiones será también colaborador en las traducciones latinas, lo que vendría corroborado por las explicaciones en los proemios de los diversos 130 Alfonso de Zamora, “Colofón (1526)”, Alfonso de Zamora, Introductiones artis grammaticae hebraicae (Alcalá: Miguel de Eguía, 1526), 216r. Tomado de: Pastor Julián, “Las traducciones latinas …”, 59. 131 Carlos del Valle, “Un poema hebreo de Alfonso de Zamora en alabanza de la versión latina bí- blica de Pedro Ciruelo”, Sefarad 59 (1999): 426. 132 Pedro Sánchez Ciruelo, “Prefacio”, en Ms. 589 de la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca, 1v-3v.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz