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40 M iguel A nxo P ena G onzález 1530 124 y, unos años más tarde, en 1536, con la revisión completa del Penta- teuco , 125 afrontando dos años más tarde, una nueva traducción del Éxodo. 126 No hay duda de que es un proyecto en la línea del promovido por Cisneros en la Biblia complutense y , casi podríamos decir, complementario. Pero Ciruelo no quiere conformarse con el conocimiento de la sintaxis hebrea, sino que también busca comprender su gramática, 127 al tiempo que poder ofrecer una serie de pautas metodológicas seguras que permitieran un conocimiento más veraz de la Escritura. Esto, al mismo tiempo, ayuda a explicar que las ideas sean coincidentes en todos los prólogos, pues la importancia y valor de las mismas hace que sean recurrentes, para que llegaran a los destinatarios de los diversos trabajos y manuscritos. A este respecto, Miguel Pérez consideraba que, “en la precedente enumeración de cuestiones paradójicas se descubre las aficiones y conocimientos exegéticos del Maestro Ciruelo, que debieron ser muy considerados y apreciados de sus contemporáneos”. 128 Este, en su edición del Ms. B-411 de la Catedral de Segovia, publicado en 1914, nos informa que en 1535 seguía con dicha tarea, por lo que solicita al cabildo de Segovia que le reconozca las horas dedicadas a la misma: En dicho día viernes ocho de Octubre de 1535 años, al dicho Cabildo el señor Maestro Pedro Ciruelo pidió le mandasen contar las horas de la dicha iglesia como presente, porque él entendía y trabajaba en la traduc- ción de la Biblia por paráfrasis verbum ex verbo … Concluyeron que, por el dicho señor Maestro Pedro Ciruelo escribe la dicha obra tan útil a la universal Iglesia, que mandaban y mandasen a los contadores de la Iglesia que cuenten a dicho señor Maestro Pedro Ciruelo las horas por todo el tiempo que atendiese o se ocupase de la dicha obra. 129 El detalle es particularmente interesante, pues los canónigos consideban que era un trabajo propio de su oficio y, lo que es más importante, que era útil a toda la Iglesia, por lo que, de facto, le liberan para dicha tarea. Ciruelo, en el prólogo explica atentamente la función de la cuádruple versión latina, distri- buida en cuatro columnas. La primera recoge la traducción del original hebreo españolas”, Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección Hebreo 53 (2004): 221. 124 Ms. 118-Z-28, de la Biblioteca de la Universidad Complutense. La identificación de este recorri- do intelectual es trabajo de Víctor Pastor. Pastor Julián, “Las traducciones latinas …”, 55-82. 125 Ms. 589 de la Biblioteca General de la Universidad de Salamanca. 126 Ms. 118-Z-30 de la Biblioteca de la Universidad Complutense. 127 Cf. Ms 589, f. 2va. 128 Pérez y Rodríguez, “Advertencia”, en Sánchez Ciruelo, Cuádruple versión del Génesis , 10. 129 Libro de Actas del Cabildo Catedral de Segovia . Tomado de: Miguel Pérez y Rodríguez, “Ad- vertencia”, en Sánchez Ciruelo, Cuádruple versión del Génesis , 11-12. Disentimos de que estuviera traduciendo el Génesis, sino que se trataría de una traducción de todo el Pentateuco en cuatro colum- nas, que le mantendría ocupado entre 1533 y 1537.
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