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11 P edro S ánchez C iruelo (1470-1548) teólogo y humanista del siglo XVI aun perteneciendo a alguna de las diversas escuelas, se sienten libres para utilizar aquello que consideren más adecuado. En este contexto, publicará so- bre teología y Sagrada Escritura, filosofía, matemáticas, astrología e, incluso, medicina. 7 Ciruelo ha sido considerado como un “hombre medieval”, 8 cuando realmente ha de ser entendido como un ecléctico; un hombre a caballo entre lo medieval y lo renacentista, pero donde se expresan ya unas preocupaciones que no son las tradicionales en el medioevo. Y, en este sentido, con tantos otros intelectuales, pone de manifiesto que la sutil frontera entre lo medieval y la modernidad temprana no es más que un discurso teórico o, en el mejor de los casos, un intento por ayudar a una mejor didáctica de ese período complejo y convulso. Sin olvidar que, cualquier autor al que nos acerquemos no man- tiene un pensamiento lineal y en ascenso permanentemente, sino que siempre es posible encontrar incoherencias y sensibilidades propias que orientan y de- terminan el discurso. 2. Aproximación a su biobibliografía Ciruelo se licencia en Artes en la Universidad de Salamanca, después de casi diez años de estudio en sus generales, 9 a donde habría llegado hacia 1482, después de haber realizado los estudios de gramática en Daroca, su pueblo na- tal 10 . Probablemente obtiene también el grado de doctor, pasando en 1492 a es- tudiar Teología en la Universidad de París donde, al tiempo que se forma, ense- ña matemáticas lo que prueba su cualificación intelectual y la buena formación recibida a orillas del Tormes. Como todo este tipo de intelectuales, al tiempo que se entregan a la enseñanza de la disciplina, asume también la preocupación por la salvaguarda de los textos originales de los autores griegos, buscando y 7 Mateo Álamo, “Ciruelo (Pierre Sánchez)”, en Dictionnaire de Spiritualité , vol. II (Paris: Beauchesne, 1953), 909-910. 8 Pedro M. Cátedra, “Nebrija y la predicación”, en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimien- to , ed. por Carmen Codoñer y Juan Antonio González Iglesias (Salamanca: Ediciones Universidad, 1994), 132. 9 Los datos biográficos acerca de su infancia y formación en Salamanca y París los aporta el mis- mo Maestro Ciruelo en el prólogo de su Apotelesmata astrologiae christianae . Lanuza Navarro los desentraña y completa por medio de su investigación. Tayra M. C. Lanuza Navarro, “Pedro Sánchez Ciruelo. A Commentary on Sacrobosco’s Tractatus de sphaera with a Defense of Astrology”, en De sphaera of Johannes de Sacrobosco in the Early Modern Period , ed. por Matteo Valleriani (Cham (Suiza): 2020), 53-61. 10 Daroca, en el siglo XVI, era una ciudad fortificada en el reino de Aragón, a unas dieciocho leguas de Zaragoza. Contará con una población que fluctúa entre los 3000-4000 habitantes. Vive una época de esplendor comercial y cultural. Su ubicación estratégica favoreció el comercio, especialmente de tejidos y cereales. Al mismo tiempo, la presencia de cristianos, judíos y moriscos dejó una huella indeleble en su arquitectura y tradiciones.
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