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25 P edro S ánchez C iruelo (1470-1548) teólogo y humanista del siglo XVI En sus obras filosóficas ya se descubre un talante que denota cierto sabor humanista. Pensemos así, por ejemplo, en el género literario usado en su Pri- ma pars logice , 61 escrita en Alcalá en 1519, donde entiende por primera parte de la lógica el arte predicamental, con la triple división del discurso en mental, vocal y escrito. Usa para ello el género del diálogo, lo que resulta novedoso a la hora de explicar la lógica, al tiempo que entronca con la tradición clási- ca que recurría a este género, como medio frecuente de explicación. Como señala Muñoz Delgado, “en la lógica todo se ordena a la argumentación y a la disputa, como en la gramática todo se ordena a la correcta construcción de la frase”. 62 Lo interesante es que Ciruelo se había pronunciado, en diversos momentos, a favor de los nominales y, por lo mismo, en contra de los reales. 63 Pero, al mismo tiempo, pondrá el acento en el paralelismo existente entre la lógica y la gramática. 64 El darocense muestra preocupación por las doctrinas del lenguaje, entendiendo que su objeto son las segundas intenciones. Así, en relación a la doctrina, la gramática estudia la forma correcta de hablar y escri- bir, al tiempo que la lógica lo hace con la forma correcta de argüir y la retórica, por su parte, la manera adecuada y oportuna de persuadir con habilidad. 65 Sus cualidades como docente no debían ser sobresalientes, pues el mis- mo Gómez de Castro refiere que “su clase adolecía siempre de escasez de alumnos”. 66 De los libros de visitas se deduce, además, que no explicaba con mucha soltura, lo que contrasta con esa predicación, que estaba cargada de unción, lo que le lleva incluso a ir contra los flamencos que se habían ubicado en la corte. 67 Ciruelo, en este sentido, será considerado por todos como un gran orador. 61 Pedro Sánchez Ciruelo, Prima pars Logices ad veriores sensus textus Aristotelis (Compluti: G. Brocarii, 1519). 62 Muñoz Delgado, “La lógica como «scientia sermocinalis»”, 28. 63 Ciruelo había asimilado en París la lógica nominalista que ayudará a introducir en el Colegio-Uni- versidad, para recalar finalmente en un tomismo abierto. Cf. José García Oro, La Universidad de Al- calá de Henares en la etapa fundacional (1458-1578) (Santiago de Compostela: Aldecoa, 1991), 344. 64 Cf. Pedro Sánchez Ciruelo, “In Doctrinam praedicatorum logicalem perutilis editio”, en Pedro Sánchez Ciruelo, Prima pars Logices ad veriores sensus textus Aristotelis (Compluti: G. Brocarii, 1519), 45v-130r. 65 Pedro Sánchez Ciruelo, Prima pars logices , 8v. 66 Gómez de Castro, De las hazañas de Francisco Jiménez de Cisneros , 219. El discurso sigue en los siguientes términos: “Como le preguntaran una vez por motivo, respondió: «La doctrina de Santo Tomás es, sin duda, incomparable, o a lo sumo muy parecida a las figuras cúbicas, que de cualquier lado que se pongan, se posan con firmeza; o, al igual el alimento muy fuerte, que de no ser digerido por el lento calor del estómago, no aporta ningún alimento al cuerpo. Esto repugna a la índole de los españoles, a los que toda tardanza molesta»”. El detalle lo corrobora Gómez García, dato que obtiene de consultar los informes de los visitadores de la Universidad: “no solía explicar con la sol- tura adecuada”, “no estaba dotado de virtudes para la docencia”. Gómez García, “Los caminos del Humanismo en la Universidad de Alcalá”, 114 y 116. 67 Gómez García, “Los caminos del Humanismo en la Universidad de Alcalá”, 114.