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22 M iguel A nxo P ena G onzález a poco pasarán a tener una dedicación total, máxime desde el momento que abandone nuestro autor el ejercicio de la docencia. 4.1. Aportación teológico-moral Su comentario a santo Tomás será uno de los primeros escritos de este gé- nero, elaborados en la península ibérica. 50 No es muy difícil imaginar que ese manuscrito, cuyo título es Quaestiones in Summam divi Thomae Aquinatis , corresponda con lo explicado en el ejercicio de la cátedra de Santo Tomás en Alcalá. Aquella que desempeñará en dos momentos, entre 1508-1511 y 1515- 1523, 51 durante más de diez años. Aunque hasta nosotros solo ha llegado el Ms. 61 de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, sabemos por el catálogo de Villa-Amil (1887) que también se conservaba el Ms. 60, donde se encontraban al menos, las qq. anteriores de la II a -II ae (qq. 1-42), dan- do así cuenta de que el Ms. 61 comenzaría en la q. 43, algo que parece lógico al comprobar que en lo que ha llegado a nosotros del Ms. 61 –se conservan de la qq. 44 a la 117– aunque ambas están incompletas, poniendo de manifiesto que faltan páginas, a la primera el principio y, a la última el final. Además, el primer volumen constaba de un prólogo y una “epístola prohemialis”, tal y como se refiere en el catálogo de 1878, que daría cuenta del proyecto de dicha obra. Algo característico de todas las obras del Maestro Ciruelo conservadas. Por otra parte, ambos volúmenes debían tener una factura prácticamente igual pues el Ms. 60 contaba con 463 páginas escritas y el Ms. 61 cuenta actualmen- te con 453. No hay duda que ambos códices formaban una unidad, tal y como se pone de manifiesto ya en los números correlativos en que fueron registra- dos, perteneciendo en su origen a la Biblioteca del Colegio Mayor de San Ilde- fonso. El Ms. 60 se debió perder durante las primeras horas de la Guerra Civil, pues el Catálogo de Lasso de la Vega (1937) ya da cuenta de su ausencia. Siguiendo el esquema del Doctor Angélico, Ciruelo comenta las virtudes teologales y cardinales. Y, por curioso que pueda resultar, es exactamente lo mismo que hará Francisco de Vitoria en Salamanca, con la diferencia de que Ciruelo lo hará más de una década antes. En relación al maestro salmantino Beltrán de Heredia afirmaba que “en nuestro catedrático la cualidad de mora- lista resalta en forma tan manifiesta sobre el teólogo dogmático”, 52 detalle que 50 Cf. Melquíades Andrés Martín, La teología española en el siglo XVI , vol. II (Madrid: BAC, 1977), 32-33. 51 No hay noticias de él entre los cursos 1511-1512 hasta 1514-1515. Ciruelo toma posesión en enero de 1516 y nuevamente en enero de 1520. Cf. Gómez García, “Los caminos del Humanismo en la Universidad de Alcalá”, 67-70. 52 Vicente Beltrán de Heredia, “Introducción”, en Francisco de Vitoria, Comentarios a la Secunda Secundae de Santo Tomás. Tomo I. De Fide et Spe (qq. 1-22) , ed. por Vicente Beltrán de Heredia