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20 M iguel A nxo P ena G onzález y enriquecimiento de una teología concreta; aquella que tiene un horizonte eminentemente práctico, una teología que podemos “considerar aplicada”, 43 donde la Sagrada Escritura –liberada de los errores introducidos por los co- pistas– acompañada del ideal de vida cristiano supusiera una superación de los modelos escolásticos. No se trataba, por lo mismo, solo de un interés in- telectual y de legitimación, sino de volver más humana –virtuosa– la vida de los hombres. 44 Como pusiera de manifiesto Jacques Lafaye, esto tendrá su evolución cuando la moral católica tenga en cuenta a Séneca, la interpretación alegórica de Ovidio y la consideración de Sócrates como precursor de Jesús. 45 El principio humanista lo había planteado Alfonso de Palencia ya en su Vocabulario : Humanitas quoque est honestorum studiorum et artium appetitus qui nulli animantium preterquam homini concesuss sit / Humanitas es tam- bien appetito de buenos estudios y artes hosnestos, que a ningund otro se atorga salvo al ombre. 46 Aunque estas no serán exactamente las notas que encontraremos en el per- fil propio del Maestro Ciruelo, no hay duda que se encuentra ubicado en esta senda, que se puede ir recomponiendo a partir de pequeños retazos. Es, preci- samente eso, lo que ahora nos proponemos hacer, intentando mostrar la cohe- rencia y relación que hay entre sus estudios y publicaciones, las que llegaron a imprimirse y aquellas que han quedado manuscritas. Precisamente este es uno de los problemas que nos encontramos con los autores de esta época, el acento se suele hacer siempre a partir de los impresos, dejando al margen –por ignorancia o incapacidad– todo el trabajo manuscrito que es una fuente igual- mente importante de información. En el caso del autor que nos ocupa la obra manuscrita se circunscribe al contexto filológico-bíblico y teológico-pastoral, lo que ha hecho que tenga menos interés para los especialistas del humanismo científico y matemático. 43 Felipe González Vega, “Conocimiento y dignidad de estilo: la noción de humanismo inherente a la Oratio parenética de Juan de Brocar (1521)”, en Miscelánea latina , ed. por Mª Teresa Muñoz García de Iturrospe y Leticia Carrasco Reija (Madrid: Universidad Complutense, 2015), 560. 44 Se entiende ese ser más humano en el sentido de una vida más virtuosa, considerando que una vida sin esos principios, a todas luces resulta más inhumana. Por lo mismo, frente a los clásicos, teniendo como figuras relevantes a Cicerón y Quintiliano se impone la mirada atenta a figuras como Tertuliano, Agustín o Sulpicio Severo. 45 Jacques Lafaye, Por amor al griego. La nación europea, señorío humanista (siglos XIV-XVII) (México: FCE, 2005), 93. 46 Alfonso de Palencia, Universal vocabulario en latin y en romance ó Universale compendium vocabulorum cum vulgari expositione , vol. 1 (Sevilla: Paulus de Colonia cum suis sociis, 1490), clxxxxviiiv v.