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- 59 - La elección como emperadorprovocó un fuerte malestar en Castilla. La situación vivida previamente con los flamencos, les hacía tomar conciencia de que tendrían a un soberano ausente que, además, utilizaría los ingresos de Cas- tilla para sus propios intereses. Así, en mayo de 1520, antes de que se marchara para Alemania se alzaron algunas ciudades. Sabemos de las derivas que esto tomó como levantamiento urbano. Carlos tuvo la suerte de que la alta nobleza la reprimirá antes de que de su vuelta. Al regresar demostrará que podía ser un buen estratega político. El acuerdo al que llega conjugaba la conciliación y la fuerza de la justicia, pasando a ser Castilla uno de sus más fieles aliados. Con todo, hay que decir que a los rebeldes no les faltaba razón… y sus intereses condujeron a los reinos de Castilla y Aragón a serios conflictos en el continente europeo 18 . La situación era nueva: Carlos gobernaba los Países Bajos, España, los rei- nos aragoneses de Italia y el Sacro Imperio Romano Germánico, aunque la unión de entidades sería de carácter estrictamente personal. Y, la organización de cada una de ellas, y el lugar que en ellas ocupaba el César Carlos, variaban enorme- mente y, con ellas, también la capacidad de las mismas para generar ingresos destinados a proyectos que fueran más allá de sus necesidades inmediatas. Lejos de lo que se ha podido afirmar, el imperio europeo de Carlos V no fue orgánicamente un Imperio español, pero, al final de su reinado, Castilla y Aragón –con sus posesiones– se convertirían en la principal potencia del mismo. El Sacro Imperio Romano Germánico era una federación de más de doscientes principados y ciudades libres que, en su mayoría, tenían sus propias cancillerías e institucio- nes representativas. Algunos de los príncipes sobrevivían vendiendo sus servicios al mejor postor. Se suponía que el emperador determinaba la política exterior y que él, como jefe militar del imperio, marcaba las pautas de vida, aunque en la práctica solo podía actuar con el consentimiento de la dieta imperial 19 . El emperador podía obtener apoyo militar y financiero de la Dieta, pero solo después de empeñarse en complejas negociaciones con cada uno de los príncipes y de las ciudades. En este sentido, sus predecesores habían sobrevivido gracias a los ingresos de las tierras que habían heredado. Carlos hará lo mismo, pero las propiedades de los Habsburgo en Austria y Alemania no podían servirle de mucho. A comienzos del reinado las había cedido –junto con sus rentas– a su hermano menor Fernando, cuya ayuda necesitaba para lidiar con los príncipes germanos y con los turcos, que presionaban en las fronteras orientales. El Sacro 18 Acerca de este tema, véase Relación del discurso de las Comunidades , ed. por Ana Díaz Medina (Valladolid: Junta de Castilla y León, 2003). 19 Entra en un organismo cuyas dimensiones y diversidad hacían que pocas veces se llegara a acuerdos. Ciudades y príncipes formaban sus propias alianzas dentro de imperio, manteniendo relaciones diplomáticas con Francia y con las monarquías electivas del este de Europa.
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