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- 57 - de ampliación del reino y de sostener la batalla, lo que también alimentará su secretario Alfonso de Valdés, ambos admiradores y defensores de Erasmo… Esto venía también favorecido por las interpretaciones proféticas y escatológicas a que recurrían los diversos autores. Gattinara evoca la idea medieval del imperio como forma de jerarquía social más conveniente y deseada por Dios 10 , a la cabeza de la cual estaría el soberano, como ser único y superior. A este fin, el canciller propondrá a Erasmo que edite el De monarchia de Dante, como una herramienta más en la lucha antiluterana. Pero, como ha puesto de manifiesto Rodríguez de la Peña, se trataba de un Dante interpretado por un canciller que servía a una dinastía, es decir, era un Dante al servicio de la política dinástica borgoñona y habsbúrgica. La dimensión autoritaria del romanismo renacentista carolino quedaba así matizada por la tradi- ción medieval de la monarquía compuesta dinástica. De este modo, la idea de auto- ridad imperial desarrollada por Gattinara se reveló una herramienta indispensable para gobernar la heterogeneidad de territorios, culturas y formas políticas heredada por los Habsburgo. El señorío de Carlos, según su gran canciller, tenía que manifes- tarse como una auctoritas supra-política, y no como un dominium directo como en la época romana 11 . Pretendía que, de esta manera, Erasmo fuese el hombre del “tercer partido” 12 , y que en tierras hispanas sirviese de cobertura a la política imperial. Pero, como ha afirmado Rivero Rodríguez, “Gattinara anteponía el deber hacia la dinastía como un mandato divino, expresando como principal obligación del soberano el cumplimiento de las disposiciones de sus antecesores que eran la expre- sión misma de la voluntad de Dios. Esta había dispuesto que fuera el principal monarca de la cristiandad, siendo su deber señorearla y defenderla” 13 . Carlos, además, desde 1510, contará en Castilla con la colaboración del Dr. Mota, futuro obispo de Badajoz, que defenderá sus intereses y ayudará a magni- ficar su figura entre los castellanos. Así, ante las Cortes de 1520, en Santiago de Compostela, afirmará: 10 Xavier Tubau, “Alfonso de Valdés y la política imperial del canciller Gattinara”, Studia Aurea . Literatura, sociedad y política en el siglo de Oro 4 (2010) 17-43. 11 Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña, “Discípulos de Dante: humanismo e imperio en el pensamiento de Carlos V y el Gran Canciller Gattinara”, en Aspectos históricos y culturales bajo Carlos V , 81-82. 12 Modesto Lafuente, Historia general de España desde los tiempos primitivos hasta la muerte de Fernando VII , t. II (Barcelona: Montaner y Simón editores, 1883) 514. 13 Manuel Rivero Rodríguez, “El erasmismo en la cancillería imperial”, Cahiers d’Études His- paniques Médiévales 43 (2020) 172.

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