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- 56 - los príncipes cristianos en torno a un nuevo monarca universal capaz de tutelar las distintas potencias católicas, como garantía de estabilidad, paz y fortaleza de Europa frente a los turcos en los Balcanes y en el Levante mediterráneo 7 . Así, dos años antes de desembarcar en Laredo, Carlos se encontraba entre los grandes mandatarios de la cristiandad occidental, en lo que sería un reinado con los claroscuros entre lo medieval y lo renacentista. En la teoría política de la época, en el soberano confluían dos personas: aquella con la que había de represen- tar el poder, que se traducía en el concepto de maiestas regia y, en segundo lugar, la propiamente humana y perecedera. Era una idea de cristiandad medieval, como defensor de la Iglesia y del Imperio, aunque esto irá tomando nuevas formas. Carlos no conoce la lengua de Castilla y no suscita muchas simpatías al ir acompañado de cortesanos flamencos. Durante los primeros meses de estancia en dichas tierras, los flamencos se apoderarán de los puestos más lucrativos del reino…. Pero la historia de Carlos en Castilla contará con el soporte de la obra reformadora de Ximénez de Cisneros, que se completará con una efervescencia creativa, que tendrá expresión en esos primeros años de reinado. Será una exalta- ción política, literaria y religiosa de la institución monárquica que, no hay duda, que ayudará a ir creando la imagen del César Carlos 8 . Al mismo tiempo, es un momento de expansión y crecimiento intelectual en la península Ibérica, que tam- bién redundará en beneficio de su imagen. En enero de 1519 muere su abuelo dejándole las tierras de los Habsburgo que le pertenecían por herencia: Austria, Estiria, Carintia y el Tirol, además del condado de Alsacia y otros condados de Suabia y Brisgobia. Con ello se conver- tía en el primer candidato a la sucesión del Sacro Imperio Romano Germánico. Para ello requería los votos de los siete príncipes electores: los tres principados episcopales (Maguncia, Colonia y Tréveris), así como los cuatro civiles (Brande- burgo, Palatinado, ducado de Sajonia y Bohemia). Su designación, el 28 de junio de 1519, fue fruto de grandes sobornos, además del trabajo de los mercenarios que habían de proteger a los electores de su eterno rival Francisco I de Francia 9 . Su canciller, Mercurino Arborio de Gattinara, se encargará de fomentar la idea 7 Pablo Pérez García, “Carlos V y el ocaso de las profecías políticas fernandinas”, en Tiempos de reforma. Pensamiento y religión en la época de Carlos Carlos V , ed. por Emilio Callado Estela (Madrid: Dykinson, 2022) 61. 8 Como pone de relieve Víctor Infantes, Carlos fue un monarca frecuentemente adulado desde la poesía, lo que implicaba una exaltación política, literaria y religiosa de la institución monárquica. Víctor Infantes, “«A un rey tan alto querer alabar». Gobierno y poesía para un Emperador”, en Aspectos históri- cos y culturales bajo Carlos V , ed. por Christoph Strosetzki (Madrid: Vervuert, 2000) 374-389. 9 La mayor parte de este dinero (65% de 835.000 florines) fueron adelantados por los Fugger, contando con el aval de los futuros ingresos de Castilla y del Tirol. Esta práctica será una constante a lo largo de todo su gobierno.

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