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25 Ayer y hoy en la historia de las órdenes Archivo Dominicano XLV (2024) 7-46 [40] históricas y teológicas, esforzándose por lograr una consideración unitaria de las escuelas que se constituyeron en antagonistas». 38 Esto obliga también a volver la mirada hacia aquellas instituciones en las que desapareció totalmente la línea conventual y, por lo mismo, desde los ámbitos históricos institucionales, se ha hecho una lectura continua, aunque se desconoce qué han supuesto esas discontinuidades y cómo se articulan en el contexto político, social y religioso concreto. Cuando afrontamos el reto de esa mirada de conjunto, no se trata de emitir juicios, sino de intentar comprender lo que los hombres y mujeres consagrados de aquel tiempo tenían como proyecto de vida y, más aún, cómo intentaban concretarlo en su momento histórico. Precisamente, como ha puesto de relieve Giuseppe Buffon, así ha sucedido también con la insistencia capu- china en esta idea, pues «la excesiva insistencia en la perfección alcanzada en la época de los orígenes habría eclipsado el valor y la autenticidad del nuevo movimiento, que los capuchinos definen con alguna “reforma”». 39 Parece, además, oportuno analizar cómo la reforma –de manera amplia– se expresa en el V Concilio de Letrán con propuestas relativas a los regulares, que resultan ya recurrentes, pero en las que se refleja ya una sensibilidad humanística nueva. Es cierto que, en este sentido, algunas serán simplemen- te una búsqueda o reproducción más del ideal originario, pero en otras la novedad es tan significativa, que proyecta modelos desconocidos hasta ese momento, y que hemos comprendido fundamentalmente en oposición al mendicante pero que, con gran probabilidad, tengan más matices. Pensemos, a este respecto, en el rol ocupado en la aplicación de la reforma tridentina, no solo por los jesuitas, sino de otras instituciones análogas como pueden ser los teatinos o los barnabitas, pero también las diversas implicaciones en lo que se refiere a los múltiples grupos de mujeres que, a partir de beaterios y vidas paralelas, son uniformadas en una vida monástica impuesta. 40 De igual manera, el tema de la contrarreforma católica, como elemento directamente dependiente de la Reforma protestante, que ha llevado en el ámbito de la manualística a lecturas forzadas. Un ejemplo es la iden- tificación de capuchinos y jesuitas como las fuerzas de la Iglesia en la defensa de la catolicidad. No hay duda que esto requiere de algún matiz mayor, que también particularmente en cuenta también la microhistoria. Es preciso detenerse en investigar múltiples matices que se pueden ofre- cer desde una historia global de la vida regular, donde las diferencias y 38. Giuseppe Alberigo, «¿Nuevas fronteras en la Historia de la Iglesia?», p. 79. 39. Giuseppe Buffon, Storia dell’Ordine francescano , p. 125. 40. En relación a los últimos, Ángela Atienza López, «De beaterios a conventos. Nuevas perspectivas sobre el mundo de las beatas en la España Moderna», Historia social , LVII (2007), pp. 145-168; Alejandro J. López Ribao, «Beatas y beaterios, una controver- tida institución entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Los casos de Barcelona, Chile y Manila en la Edad Moderna», en Transocéanos. Viajes culturales en los mundos conocidos (siglos XVI-XVIII) , ed. Bernat Hernández, Bellaterra, CECE, 2019, pp. 205-228. [19]