BCCCAP00000000000000000001765

21 Ayer y hoy en la historia de las órdenes Archivo Dominicano XLV (2024) 7-46 [40] los que se encuentran también las formas de vida cristiana, que tomarán especial protagonismo a lo largo de la Modernidad. Sin olvidar que, desde nuestra perspectiva, es necesario discernir aquello que estamos llamados a hacer. Y esto, además, tiene lugar en un contexto histórico. Los proyectos no se configuran y consolidan exclusivamente por la llamada y la elección de los individuos, ni siquiera por la autoridad que puedan tener las personas, sino que esto tiene también que ver con la sen- sibilidad, con la manera de hacer, en un momento concreto, que implica escuchar los mensajes que «el Espíritu dice a las iglesias» (Ap 2-3), donde se tratará siempre de una operación limitada y, además, donde el criterio final no puede ser simplemente la suma de todo ello. 3. D e cara al futuro Creo que, del propio título, se deduce ya un proyecto de futuro que tome en consideración la realidad y la historia de las órdenes y congrega- ciones en su conjunto, no como una historia desconectada de vidas para- lelas, sino un intento por lograr lo contrario; siendo capaces de relacionar los diversos elementos que entran en juego y están vinculados entre sí. Nos hemos acostumbrado a poner el acento en las diferencias, remarcan- do aquello que caracterizaba a una institución diferenciándola de otra, pero la realidad es que todas ellas son perceptibles por elementos profun- damente carismáticos que, con el paso del tiempo, se van institucionali- zando, sin perder esa característica tan peculiar y propia, pero remitiendo a un modelo de vida común (PC 1). Creo que plantearlo, en relación a la Edad Moderna, tiene pleno sentido, por tratarse de un momento de parti- cular riqueza y esplendor en la vida religiosa. En la Edad Moderna podremos poner el acento en las polémicas por la precedencia en los actos litúrgicos, por la comprensión y vivencia de la pobreza, o por la perfección de vida –como era frecuente en la época– o, por el contrario, mirar a aquellas que son características comunes e iden- titarias de la vida consagrada en el conjunto de la historia de la Iglesia, pero también de la historia religiosa, política y social. Creo que se impone la búsqueda de nuevos acercamientos, no solo relativos a los métodos his- toriográficos que se utilizarán, sino en la búsqueda de la identidad propia de cada proyecto, así como aquello que caracteriza a la vida religiosa de manera común, que no es otra cosa que el seguimiento de Cristo a partir de la profesión de los consejos evangélicos, de un determinado momento y contexto. Será necesario –como ponía de relieve Giuseppe Buffon– poner en evi- dencia las características identitarias de una determinada institución, que siempre tendrán un carácter dinámico, por lo que será necesario recurrir [15]

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz