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P. Anselmo ele Legurda,-Moratín y lo vascs 5 v sentar mis reales en Bilbao, con el único objeto de ver si desde ~Ilí puedo pillar algo de Oviedo y Córdoba" (II, 372-373). Su situación económica le movía a intentar el cobro de las rc·ntas atrasadas de su beneficio en la iglesia parroquial de Mon– toro y la pensión sobre la mitra de Oviedo. Pero llega á Bayona y, el 28 de setiembre del mismo año, le eE-cribe a su amigo don Manuel Silvela, residente en Burdeos, :ma– nifestándole su desánimo: "He llegado a esta ciudad y me hallo muy indeciso en cuanto a saber si deberé ir a pasar el invierno a Bilbao -en donde nada tengo que hacer-, o a Burdeos, en don– de me hallaría lejos y libre de las incomodidades y desabrimien• !'os que tanto abundan en nuestra patria dulcísima, •y que, según las trazas, se irán aumentando sucesivamente. [ ...] Es imponde– rnble la repugnancia que siento al considerar que he de pasar otra vez el Pirineo" (II, 375). RECUERDOS.-Mientras viajaba o vivía lejos del País Vas• co, conservaba vivo su recuerdo. En 1793, en el viaje de lngla– tt'rra a Italia, entre Francfort y Manheim, come en Happenheim, elogia su paisaje y cocina, y añade: "Las mujeres van descalzas, c1Jmo nuestras vizcaínas, con unos sombreros de paja de enorme tamaño" (I, 287). En otra etapa del mismo viaje, sale de Friburgo de Brisgo– via, camino de la frontera suiza, y pinta el paisaje: "Salí a las cinco con dirección entre Oriente y Sur: buen camino entre gran– eles montañas; pedazos muy parecidos a Guipúzcoa; casas de ma– dera repartidas a corta distancia, tierras labradas donde lo per– mite la aspereza del piso, muchos árboles" (I, 292). Tampoco faltan reminiscencias devotas. Desde Bolonia le es– cribe a Melón el 10 de setiembre de 1793: "Creo que Esain po– drá hacer esto. Suplícaselo por Dios y por la Virgen de Begoña para que lo haga" (II, 151). A doña Francisca Muñoz, desde Barcelona, el 26 de junio de 1816, le dice con ironía: "Basta para mi satisfacción el saber que me lo han robado; y en cuanto a la señora Engracia, te digo que es muy devota de la Virgen de la Antigua, que se venera en la villa de Orduña" (11, 255). pub:ica su colección con los originales a la vista y nos da las cartas con algunos párrafos que no apQrecen en la edición de Harlzenbusch, en las Obras Póstumas, Nos lo advierte Valdeterrazo, pág. 509. A VaJdete· rrazo acudiremos por lo regular cuando la carta o el párrafo falten en Hartzenbusch.

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