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POESÍA DE LA DIVINA PASTORA Sigue la «oración que cantan los devotos de la Divina Pastora»; Salve, Virgen pura, salve, bella Aurora... 223 Es la que hemos hallado ya en el P. Rafelbuñol y en San Sebastián. Coincide asimismo con Rafelbuñol en los «gozos de confianza en la Divina Pastora»: Dios te salve en voz sonora entonaré cada día... Las «coplas que se cantan mientras la comunión en las misiones, a imi– tación del Sacris solemniis» son las mismas del P. Rafelbuñoi. Sólo que aquí se cantan en las misiones lo que allí en la comunión mensual. Vuelve a coincidir en la «oración que se suele cantar para impetrar la salud a los enfermos», y en las coplas de los despertadores. MONóV AR, 1808. - La corona alicantina adorna el dorso de su por tada con el mismo grabdo de Játiva. Coincide además con ella en casi todas las composiciones poéticas: «Si Jesús es Cordero», «Digamos: Ave, Ma– ría», «Oíd mis voces», «Piedad, Pastora», «Salve, Virgen pura», «Dios te salve, en voz sonora», «Un convite de amor». Prescinde del largo prólogo de Játiva, y reproduce su ofrecimiento. En las coronas hay también diferencias. La primera, que sólo presenta dos series. Comienza con los misterios para todo el año, transcribiendo en cada uno las dos seguidillas de Játiva. Pero en vez de la tercera seguidilla repetida allí, suena ahora este bordón : Salve, Pastora, y salva a los que os rezan vuestra corona. El oremus es el mismo de Játiva. Es original la de Monóvar, o discrepa de la de Játiva, en la otra serie, la de los «misterios dolorosos para la cuaresma». Constan de dos seguidi– llas, a veces casualmente iguales. Se advertirá que en la segunda se va •apuntando a un pecado capital, por el orden tradicional del catecismo. Se repite en cada misterio el mismo bordón de antes: Salve, Pastora. Hay algo más original todavía en esta corona de Monóvar y es que no contempla, como las otras, la pasión y muerte del Hijo, sino los siete dolo– res de la Madre. 7
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