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REFERENCIAS MUSICALES EN EL TEATRO DE TIRSO DE MOLINA 109 Vuelven a sonar unas páginas más adelante (272a): Porque salen con su gente A ifonso Quinto los tamboriles tocando desde Toro a recibz'llos. En Ventura te dé Di'os, hijo (6,389a) nos mientan la gaita: ¿Tan presto se ha destemplado la gai'ta, o habemos dado salto en vago? Gaita y tamboril en La prudencia en la mujer (1,304a): Habemos salt'do aposta del lugar de Becerrz'l con la gai'ta y tamborz'l. En Antona García (5,217a) suenan dentro gaita y tamboril y fiesta, y lo interpretan: Una boda de villanos que en este pueblo vecz'no sale a festejar al prado. Y en la página siguiente se acota: «Música de aldea». En La santajuana (3,195) a dos grupos de labradores que han sali– do cantando con grita y fiesta, con grita y música, suceden más labra– dores, con tamboril, flauta y grita. Dialogan lanzándose pullas: -Casa Rubillos viºene y su concejo. -Sí, el tamborz'l es suyo. -No lo toques, que del pellejo de tu madre se hizo. -De tu madre dirás, que es desollada. Nuevos instrumentos en La vi'llana de Vallecas (1,68a): -Y ¿ha de haber baile.1 -Pues ¿no? Pero Alonso, el de Barajas, nos tocará el tamboril; Gil Carrasco, las sonajas, y Mari Crespa, el pandero. [37]