BCCCAP00000000000000000001759
98 ANSELMO DE LEGARDA según la apan'encia enseña, con esta nación de pi·es pródiga naturaleza. La capilla queda grotescamente descrita en Habladme en entrando (7, 219b), principiando por el gracioso roncante: Al columpi·o se durmi'ó roncando como un cochino. Nuesa carreta chillaba y él, al paso que groñía, el contrabajo llevaba. Yo pasé mu malos ratos, porque, como era a porfía, todo junto parecía una capi'lla de gatos: la carreta, el ponedor donde los lz'bros están; el pértigo, el sacristán que los vuelve alrededor, y, porque esto vz'ene a punto a una capz'lla tan brava, el un güey les enseñaba con la cola el contrapunto. Los cantos o latines del funeral se le grabaron al pueblo. Comence– mos por lo maravilloso contemplado en El condenado por desconfiado (1,201-202). El misterioso Pastorcillo dice en una de las escenas finales al Paulo recalcitrante: Cantaba en los valles canciones y letras; mas ya, en triste llanto, funestas endechas... A poco «suena música y se ven dos ángeles que llevan al cielo el al– ma de Enrico». Paulo comenta: Música celeste en los az'res suena. [26]
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz