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82 ANSELMO DE LEGARDA tras sí con la suavz"dad del arpa a quien vzºda daba, con más fuerza mi beldad... Émula del mago antiguo es Leida en El mayor desengaño (4,145b). Salen dos soldados y Leida, dama, con guitarra. La presentan a la em– peratriz: Estos montes vagaba y sus penas cantando disfrazaba, pues con su melodía orbes paraba y viºentos suspendía. Otra manifestación del poder del músico mitológico, la del averno, ocurre en La romera de Santiago (5,169a): Siempre la músiºca ha sido, en el amoroso asedio, diºversiºón, si· no remedi·o, porque es calma del sentiºdo; que esta es la razón de haber fingido que suspendiºó al iºnfiºerno cuando entró Orfeo por su mujer. En La Vz"da y muerte de Herodes (4,256b) el gracioso, al verse libre de la horca, sin haber cabalgado en el potro de tormento, se despide: Adiºós, rabel, por qw·en paga la garganta en el afre lo que canta, bamboleos a un cordel... Arpa si·empre destemplada, donde con voces prolijas, en vez del Orfeo sutil, te tañe un verdugo vi"l, y son pi"ernas las clavi"jas.. . Música y campos se emparejan en varios lugares. Así en Celos con celos se curan (1,367c): Porque los mismos efectos causan la músz"ca y campos, [10]