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REFERENCIAS MUSICALES EN EL TEATRO DE TIRSO DE MOLINA 81 Deplora Amón que se vayan sin cantar más y, al quedarse solo, expresa su añoranza en un soneto (412b): Agora, noche, sí que a oscuras quedo ... ¡Ay, amorosa voz, oscuro enredo!... Que, si iguala a su música el semblante, victorioso quedáis, yo os lo concedo. Para salir de dudas, en otra escena (414a) Amón apostrofa a la Aurora o a Tamar: Salid ya, encarnada Aurora, postraréme a vuestros pies; salid, celeste armonía, que en la voz enamoráis. Vea vuestro sol mi día y sepa yo si igualáis la cara a la melodía. Y todavía más adelante (4,416a) Amón, recordando la escena noc– turna, seguirá soñando «con voces de un serafín». Efectos Para expresar la tormenta que lo sacude interiormente, exclamará Amón (4,415a): Ame el delfín al cantor... pues me enamoró una voz. Era conocido el dicho «si los delfines mueren de amores, ira de Dios ¿qué harán los hombres?». Y lo ilustraban con referencias de autores clásicos. Aquí Amón y Tirso de Molina rememoran, sin duda, la histo– rieta de Arión que, después de cantar en la nave al son de la cítara, tiene que lanzarse al mar donde lo recoge y lo salva un delfín, según Heródoto (1,23). Prodigio superado por Orfeo. En El amor y el amistad (1,332c) oímos: Que si el músico de Tracia, cual finge la antigüedad, los árboles se llevaba [9]

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