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carácter, tranquilo y hospitalario como sus tierras, y reser- vado como su comercio fronterizo; y algunas melodías y bailes, de los que marcaban diversas situaciones de la vida familiar y social. Los PP. José Antonio de San Sebas- tián (P. Donostia) y Olazarán de Estella, eminentes folklo. ristas, recogieron y armonizaron muchos de esos ritmos. El «yoyak», música del cortejo de boda; el «sagardantza» (bai- le de manzanas) que suelen ejecutar los mozos en las fiestas de carnaval; las «birbilketak», correcalles rítmicos y saltarines; el zagi-dantza o baile del odre; el zartain-dantza, itsas-dantza e i¡purdi-dantza, propios de Baztán. Con el «mutil-dantza» se inicia el baile en la plaza, después de la misa solemne, el día de la fiesta patronal. Es baile de muchachos. Consta de varios números, que, traducidos al castellano, suenan tan extrañamente como «ojo de cerdo», la malviz, la golondrina, la cría de la golondrina. Fue sin duda, como toda danza colectiva, un baile ritual. «Hemos tenido ocasión de contemplar los mutildanzas de honor en las fiestas patronales baztanesas. Hay en ellos mucha ale- ría, es cierto, pero no el estrépito ni los gritos de que bla Jouy. El mutildanza baztanés se distingue precisa- mente por una cierta serenidad, una cierta discreción de los danzarines, atentos a señalar bien los pasos coreográ- ficos». (P. Donostia). La fiesta de hermandad baztanesa (Baztandarren Biltzarra), instituida hace unos diez años por el ayuntamiento del valle, ¿podrá contribuir a la conservación de los pocos elementos indígenas o indigenizados que perviven aún en el alma popular? Lamentablemente, no. La vida de los indi- viduos y de las sociedades es un continuo fluir, no un grito en el desierto. Pero es una iniciativa digna de enco- mio, siquiera como latigazo sentimental. Todavía en el siglo XVIIl tenía que explicar el escri- bano, «en lengua vascongada», las resoluciones de la corte y consejo de Navarra, a los junteros y diputados del valle, reunidos en bazarre general. Bueno fuera que se lograra, no conservar, que es de museo, sino revitalizar ese patri- monio cultural, acuñado por el corazón, el alma y el vivir comunitario de tantas generaciones: el viejo lenguaje baz- tanés, con sus matices labortanos. Cerramos estas breves notas sobre la vida baztanesa con triple broche: uno cultural, otro sanitario y financiero el último. Además de los múltiples centros de enseñanza primaria, que gradualmente han de culminar en el total ciclo de la Enseñanza General Básica, funcionan en Baztán tres colegios de enseñanza media para muchachos (Lecároz, Oronoz, Elizondo) y dos para niñas (Oronoz, Elizondo), más una escuela laboral en esta última localidad, y una Biblioteca Pública en Elizondo. En el orden asistencial, 4 farmacias, 9 médicos, un hospital, una casa de la misericordia y el centro psiquiátrico de Iturrioz. En el orden económico, no parece puede silenciarse que seis bancos y la Caja de Aho- rros mantengan abiertas sendas sucursales en la capital de la universidad y noble valle de Baztán.

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