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de Francia, y esencias de tocador (bergamota, espíritu de limón, de clavo, de violeta, de grana de Levante). En el correo “El Príncipe” llegaron 3 cajones de jamón: y en la fragata “La Perla”, 12 resmas de papel, 24 botijas de vino tinto y otras minucias. Josef Micaeli, apoderado de Ezpeleta en Cartagena, hubo de pagar por fletes y embalaje, para su transporte por el Magdalena, 589 pesos; a los que se añadieron otros 108 pesos y 4 reales por la manutención de 3 criados de su excelencia, que vinieron en la fragata “Nepomuceno” (a) “El Riojano”. Con todo mimo se conservan en el “Museo Colonial” de Bogotá fuentes y platos de cerámica floreada, con la firma “Ezpeleta”; un lujoso reloj de porcelana y dos floreros, más algunos objetos de uso personal; y en el sótano (bien estuca- do y colgado de retratos) la cama, de madera tallada, pinta- da en rojo y estofada, con su baldaquino. EZPELETA-ENRILE El “Papel Periódico” de Bogotá, en su número 44 (vier- nes 16 de diciembre de 1791), dictaba al mitológico Ante- ros, hijo de Afrodita, una oda anacreóntica, en que debía contar a sus tres hermanas, esta doble ventura: el feliz cum- pleaños de la reina María.Luisa y el parto feliz de la virreina María Paz Enrile de Ezpeleta. Dedica a la primera las horas matutinas; y a la segunda, por haber sido el bautizo a las cin- co de la tarde, las vespertinas: Entonces otra fiesta También a honor del día Tendremos muy gozosos y oid qual es, amigas: Aquella en cuyo rostro LA PAZ tiene su silla, Aquella digna Esposa Del Argos que vigila Sobre este vasto Reyno, Y que su nombre archiva En los eternos Campos Do impera la Justicia Con un fruto precioso Su prole hace más rica... Ea, pues, dulces hermanas, Texed, texed aprisa Guirnaldas y azucenas mezcladas con olivas. Dixo: y moviendo luego Las alas peregrinas Entre el Palacio y Templo La Atmósfera corría. Tras el paraninto Anteros se fueron las gracias y el autor de la oda, “a ver tantas delicias”, que describe en los “ecos de sociedad” el propio cronista y director, Manuel Rodrí- guez, del Socorro. Celebróse el rito en la iglesia catedral, el día 9 de diciembre, en presencia de todas las autoridades