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En 1791 había llegado a Santa Fe aquel prelado que tanto lustre diera a los virreinatos de Perú y Nueva Granada, el arzobispo J. B. Martínez Compañón (12 de enero); en 1791 (miércoles, 9 de febrero) amanece en Bogotá la prime- ra publicación periódica; en 1791 (febrero y marzo) juran su cargo de oidor y alcalde del crimen, respectivamente, don Juan Hernández de Alba y don Francisco Xavier de Esterripa, colaboradores necesarios de Ezpeleta; en 1791 (mes de mayo) crea el virrey la junta de policía, encargada de la moralidad pública y de los espectáculos, integrada por don Juan Hernández de Alba como presidente y por sus precla- ros e incondicionales amigos, Antonio Nariño, José María Lozano y Pedro Groot, como vocales; en 1791 manda trasla- dar desde Mariquita a Santa Fe el instituto de la "expedición botánica”, gobernada por uno de los sabios naturalistas más ilustres de todos los tiempos, el gaditano don José Celestino Mutis, pasmo de cuantos han conocido su obra (Linneo, Ale- jandro Humboldt, Bonpland sintieron el orgullo de ser sus amigos); en 1791 se ratificó el programa de estudios univer- sitario; y en 1791 tuvo lugar en el hogar Ezpeleta una fiesta de singular relumbre. Para aquellas kalendas no solamente albañiles y decora- dores habían dejado a punto el viejo caserón, sino que la señora virreina, con el enjambre de domésticos y volunta- rios, lo había ido guarneciendo de todo aquello que lo torna- ba acogedor. Su padre, el marqués de Casa Enrile, había remitido, por cuenta del virrey Ezpeleta, un cargamento no desdeñable. Con el barco de registro “San Francisco” (a) “La Suerte”, 30 cajones de marca “J. E.”, consignados a don Luis Camacho. Del número 1 al 24, vajilla en las docenas siguientes: 60 de platos trincheros; 20 de soperos; 2 y 2/3 de platos óvalos con tapas y otras 15 docenas sin tapas; 6 y 1/3 docenas de platos redondos de varias dimensiones; 2 docenas de platos para ensalada; 4 tarinas con sus platos; 12 docenas de pozuelos para chocolate; 10 de tazas de té; salseras, vaseras, teteras (media docena), cafeteras, leche- ras; y 3 docenas de hojas de cuchillo. En los cajones 25 a 29, piezas de moqueta para alfombras; y en el n.* 30, desti- nado a la virreina, un trajecito de gasa y el monillo de raso; 2 manteletas con pieles; una basquiña de raso y flores de tro- pel; 2 pares de botines de cuero; 4 pares de guantes; 16 varas de gasa; 12 varas de fleco de seda; 6 piezas de cinta de ribetear; un cartón con varios trajes de mujer. Con la fragata “San Juan Nepomuceno”, gobernada por su capitán y maestre, don Alejandro Lamar, consigna el mis- mo marqués de Casa Enrile, “para gasto de casa y familia del Exmo. Sor. Dn. José Ezpeleta, Virey de la Nueva Grana- da”, “un caxonazo que contiene 12 pares de sapatos de muger hechos en Madrid; 8 onzas de lentexuelas de plata en una cajeta; 2 cajetas para tabaco con retratos del rey”. Más otros siete cajones, algunos de ellos arpillados y otros en tosco. En ellos, un gorro, un caracol y un sombrero morrión a lo húsar; unas plumas y plumajes sueltos, unas piezas de Bretaña, anchas, legítimas y superfinas; 240 varas de cintas de Francia; 12 pares de medias de seda blancas, superfinas, de Francia y dos pares de medias negras inglesas; un cajón de libros y otro con tacos y bolas de billar: uniformes del virrey y miriñaque de la virreina; ajuar de cocina, condimen- tos (canela, azafrán, pimienta, nuez moscada, pistachos, alcaparras y alcaparrones, aceite, vinagre), vino pajarete (4 barriles), anís y marrasquino; 24 botellas de licor superfino db

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