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en el ocaso de su vida, y querían seguir trabajando; ambos grupos le atraían, porque lo radiante de la personalidad es como el sol, que nos afecta sin que nos demos cuenta. El P. Maestro era hombre de experiencia y sabía que en todo hombre dormitan un pecador y un santo. Su labor de- bía consistir en paralizar al pecador y dar enegía al santo, elevando a sus novicios hacia Dios por medio de San Fran- cisco, ya que estamos saturados de Dios, el hombre se mue- ve y tiene su ser en Dios, y, sin embargo, no le conoce. A fin de cuentas el hombre es un cachorro de ángel con pies de barro... Con tales directivas fray Tomás cumplirá su año de no- vicio, guardando el culto al pasado, pero sin estancarse, adoptando en lo bueno todo lo moderno que nos llegaba de Francia, dejando a un lado los errores y sistemas con sus verdades a medias, pues una verdad a medias hace más daño que una mentira completa. ESTUDIOS Y ESTUDIANTES Al finalizar el año de noviciado, fray Tomás y sus com- pañeros pasaron al convento de Pamplona, extramuros, don- de funcionaban los estudios de artes y filosofía. En aque- llos años llamaban «artes» al conjunto de lógica, física y metafísica. El convento de extramuros reunía las condi- ciones necesarias para los estudios: buenos profesores, si- tio retirado, ni muy cerca ni muy lejos de la ciudad, lugar ameno de bosques, todo ello dado por el bienhechor Gabriel de Amasa en 1607. Lo único que pidió el señor Amasa fue tener su sepultura en el convento de Extramuros dentro de la capilla mayor, al lado del Evangelio, donde ya estaba su mujer María de Zabaleta. Sobre la sepultura y por orden suya se colocó una losa con sus armas esculpidas y la siguiente inscripción: AQUI ESTA SEPULTADO GABRIEL DE AMASA/NATURAL DE LESACA (NAVARRA) FUNDADOR Y PATRON DE ESTE CONVENTO/MURIO EL AÑO 1634 A 28 DE OCTUBRE. Dice Gabriel de Amasa que toma estas disposiciones «NO POR OTRO FIN QUE PARA ACORDAR A LOS REL'!GIO- SOS/CUANDO SALEN A DECIR MISA/SE ACUERDEN DE ROGAR A DIOS POR MI ALMA». En extramuros terminó sus cursos de artes y filosofía nuestro biografiado durante tres años, para seguir a Ren- tería y cursar durante cuatro años los estudios de teología, moral, derecho, sagrada escritura y demás ciencias ecle- siásticas, bajo la dirección del P. Tomás de Tafalla, un buen director, apto para modelar caracteres. Las viejas crónicas se expresan en este sentido: «Fr. Tomás de Burgui, dotado de un talento no ordinario, vivo y perspicaz, entró en la carrera de los estudios, bajo la obediencia disciplinada y un buen método, comenzando a descollar sobre todos sus condiscípulos. Bajo la disciplina de uno de los hombres más acreditados que ha tenido esta provincia de Navarra, el P. Fr. Tomás de Tafalla, fue cada día adelantando, y pro- gresó sin cesar tanto en Filosofía como en Teología». Se hallaba Fr. Tomás cerca de la frontera francesa con los oídos atentos a cuanto se fraguaba en el vecino país, ya en ciencias, ya en filosofía, como lo habían estado sus