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natural... La Naturaleza procede de Dios, y cuando El quiso realizar su milagro entre milagros y su más grande acto de amor... asumió la naturaleza humana. Tiempos difíciles fueron los del siglo XVIII en que na- ció nuestro bravo roncalés. España se dividió en dos mi- tades; una parte por la casa de Austria y otra por la de Borbón. Navarra fue partidaria de esta última, Aragón de la primera, y así se vieron milicias roncalesas libertando a Jaca del bloqueo, ocupando terrenos o lic en Aragón, como lo hace notar Tomás de Burgui en su sentación del Roncal redactada a petición del valle, id a las Cortes de Navarra, y que debía ser presentada al rey Fernando VI, que pretendía trasladar las aduanas de Navarra desde el Ebro a los Pirineos, haciendo de tales montañas una línea de separación y no una columna ver- tebral de mutuo intercambio entre las dos Navarras y Bearne. FRAY TOMAS DE BURGUI (1721-1774) Empezamos presentando a un joven a sus 16 años, diri- giéndose al noviciado capuchino de Los Arcos (16 de no- viembre de 1737). Lo presento a sus 16 años, porque nada sabemos de su infancia, ni aun la fecha exacta de su na- cimiento, pues el pueblo de Burgui y sus archivos fueron incendiados por el general francés Dorsenne en 1812, al penetrar con sus 20.000 hombres en el Roncal, abrigo de los guerrilleros Cruchaga y Espoz y Mina, depósito de enfer- mos, de heridos y de municiones. También desapareció del convento de Los Arcos el Libro de las Profesiones con mo- tivo de la exclaustración; en él se podían hallar los nom- bres y apellidos de todos los novicios. Hemos colocado el año 1721 como fecha de su naci- miento, pues para entrar en el noviciado se necesitan 16 años de edad. Eso es todo. Su infancia se desarrolló en medio de los quehaceres pos del valle; su carácter debía ser el de los ronca- eses acostumbrados a viajar con sus rebaños a la Bardena, y al mismo tiempo convivir y comerciar con sus vecinos de Zuberoa. Un carácter algo concentrado, que mide las pa- labras y las mastica dos veces antes de soltarlas, silencioso y terco hasta conseguir sus fines, aunque sean lejanos. Ya podemos imaginarnos el noviciado de Los Arcos como un conjunto de mentalidades distintas, pues había vascos, riojanos y navarros de la Montaña y de la Ribera. En este ambiente se movilizó nuestro amigo conviviendo con todos, como lo habían hecho sus antepasados con los habitantes de Zuberoa y la Ribera, Ese año de noviciado y los que le siguieron fueron de una dedicación total al estudio, y de un domar sus defectos, adquiriendo las cualidades opuestas, vengándose de sí mismo. No nos asustemos por la palabra; la venganza en buen sentido, está muy cerca de la virtud, tanto como el odio está próximo al amor, Son opuestos, y sin embargo, lo más próximo al amor es el odio, y lo más próximo a la más pura justicia y a la retribución heroica es la venganza. Entrar en un noviciado con todas las ilusiones es como prepararse para experimentar un cambio o metanoia, remo- delando el carácter, las cualidades y sabiendo convivir con Ds

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